El príncipe Luis de Luxemburgo y su esposa, Tessy Anthony, esperan su segundo hijo

Durante la procesión en la que la familia de los Grande Duques rindió culto a la Virgen de María, descubrimos las primeras imágenes de la ex soldado embarazada

Por hola.com

La Familia Real luxemburguesa participó el domingo en las tradicionales festividades con la ocasión de la celebración de la "octava": la veneración de Nuestra Señora de Luxemburgo. Se trata de un periodo de oración y reflexión que este año comenzó el 29 de abril y que este domingo -el quinto domingo después de Pascua- se cerró solemnemente.
Primero, con una misa solemne en la catedral, consagrada a Nuestra Señora de Luxemburgo (Notre Dame du Luxembourg), en la que estuvieron presentes el gran duque Enrique y su mujer la gran duquesa María Teresa.
Después, al final de la mañana, con la celebración de una procesión en honor por las calles de la capital en honor a María . En la procesión, en la que participaron miles de Luxemburgueses, la imagen de la Virgen, protectora de Luxemburgo, fue llevada desde la catedral hasta un altar cubierto de flores en la Avenue de la Porte Neuve.

Tessy, embaraza y a la última
Con la excepción del príncipe Sebastián, toda la familia de Enrique y María Teresa participaron en el evento. También, la nuevamente embarazada Tessy de Nassau, la mujer del príncipe Luis, quien en esta rara aparición "oficial" en familia aparecía, entre ellos, como una princesita más vistiendo muy apropiadamente y luciendo un sombrero a la última, al estilo de Mary Donaldson y Máxima de Holanda.
La noticia sobre este segundo embarazo no se ha hecho oficial, pero sí ha puesto de nuevo de manifiesto el buen acogimiento que los Grandes duques han dado a su nuera Tessy, que pronto los convertirá en abuelos por segunda vez.
Casado desde 1981 con la gran duquesa María Teresa, los Grandes duques celebraban el pasado año la llegada del medio siglo, sus bodas de plata, y su nuevo papel como abuelos de Gabriel. El bebé que nació en marzo de 2006, fue bautizado en abril -aparecía por primera vez en los brazos de una abuela orgullosísima- y asistía, con tan solo seis meses, a la boda de sus padres.