María Adelaida tenía apenas 20 años cuando se ve obligada a afrontar un periodo especialmente tormentoso en la vida política de su país. Era la primera Gran duquesa nacida en suelo luxemburgués desde Juan, El Ciego, en 1296 y, también, la primera que se vería obligada a abdicar tras ser acusada de simpatizar con la causa germánica. María Adelaida nunca traspasó los límites marcados por la Constitución, pero su relación con los invasores llamó demasiado la atención a un pueblo que, por culpa de los nazis, pasó demasiadas calamidades. Por ello, finalizada la primera contienda, en 1919, la Soberana fue obligada a abdicar. María Adelaida, entonces, ingresó como monja Las Carmelitas de Módena, con el nombre de María de los Pobres. No sin antes, ceder a su hermana Carlota el sillón del trono.
