Durante los años comprendidos entre 1443 y 1815, Luxemburgo comparte la misma historia y destino que el resto de los Países Bajos: absorbido por la casa de Borgoña, primero, (1443-1506); por los Países Bajos españoles, después (1506-1684), por Francia, a continuación (1648-1697) y, finalmente, por Austria, (1714-1795). En el Congreso de Viena, 1815, se decide el reparto de Europa, tras la derrota de Napoleón; en 1841, se entrega a Luxemburgo la primera Constitución y, en 1867, aunque el ducado pasa a ser propiedad de Guillermo I de Orange, soberano de los Países Bajos, éste es declarado perpetuamente neutral. En1868, el pequeño Gran Ducado dispuso de una carta Constitucional democrática, que todavía sigue en vigor y, en 1890, tras la muerte de Guillermo III, y la independencia total de Luxemburgo, la línea masculina de la casa real de los Países Bajos queda extinguida.
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