Se supone que los miembros de la realeza no tienen redes sociales más allá de las oficiales. Sin embargo, el príncipe Harry tenía una cuenta personal bajo un seudonimo donde compartía fotografías de sus pasiones, como los viajes. Cuando los duques de Sussex empezaron a conocerse, Meghan quiso ver primero su perfil para saber lo que él contaba de sí mismo y no la información que daban otros