Ya en la década de los ochenta se dijo que los duques de York eran una pareja real “atípica” y lo cierto es que su historia está repleta de hechos insólitos que no tienen fin. Se casaron en julio de 1986 tras un breve noviazgo y, a diferencia de Carlos y Diana, ellos sí vivieron momentos felices

Los duques de York junto a la princesa Margarita y la Reina Madre durante el bautizo de la princesa Eugenia en diciembre de 1990 en Sandringham

El carácter espontáneo de Sarah, que el principio conquistó a muchos, en los momentos de tensión que se vivieron a comienzos de los noventa, se volvió en su contra y se señalaron imágenes como estas. Fue tomada durante una cena de gala en Canadá en 1987, cuando el príncipe Andrés le pasó a su mujer el micrófono sin previo aviso ella bromeó con este gesto

Meghan Markle contó que fue Sarah Ferguson, a la que llama 'Fergie', la que le enseñó a hacer una reverencia minutos antes de que conociera a la Reina. En esta imagen, se puede ver cómo Sarah, convertida ya en duquesa de York el día de su boda, hace una reverencia ante la Reina y el duque de Edimburgo. Como curiosidad se puede recordar que Diana sacó el compromiso de obediencia de sus votos matrimoniales, pero Sarah lo recuperó

El príncipe Harry, a diferencia del príncipe Guillermo, sí invitó a su tía a su boda con Meghan