El castillo de Balmoral es uno de los lugares preferidos de la Reina, que podría instalarse en él a finales de mayo. En esta residencia pasó parte de su luna de miel y era el destino por el que optaban en verano, cuando recibían a toda la familia y el duque de Edimburgo disfrutaba haciendo barbacoas y encargándose de su propio huerto