Pocos conocen que desembocan en el Claustro de la Herradura tras el que emerge la Torre Curfew, una de las partes más antiguas de todo el castillo, pues data del siglo XIII y conserva en su interior una mazmorra y los restos de una antigua salida secreta en caso de asedio. Muy cerca de esta zona los turistas solían esperar para ver el tradicional cambio de guardia, una costumbre que también se ha visto suspendida por motivos sanitarios. Por último, merece la pena destacar un detalle muy significativo que a menudo pasa desapercibido cuando se visita la capilla de San Jorge y es que el templo está protegido por una extensa colección de bestias con forma de animales heráldicos. El león de Inglaterra, el dragón rojo de Gales, el unicornio de Eduardo III, el halcón de York o el toro negro de Clarence, entre otros, emergen de los pináculos