Meghan y Harry van a poder disfrutar de uno de los más exclusivos enclaves costeros del condado de Santa Bárbara, más tranquilo y privado que las llamativas colinas de Beverly Hills. La localidad de Montecito se encuentra a unos 140 kilómetros al noroeste de Los Ángeles, lugar en el que nació Meghan y donde reside su madre, Doria Ragland.