Hasta ahora, la soberana solía acudir junto a su marido, el duque de Edimburgo, a pasar los fines de semana a Windsor. Se trata de una rutina con la que cumple Isabel II desde hace un tiempo. Si bien es cierto, la prensa británica comentaba hace unos días que la marcha de la Reina del Palacio de Buckingham respondía a un protocolo de seguridad y aislamiento con respecto al coronavirus, lo cierto es que se debe a una costumbre que le acompaña los días de descanso. Y, a partir de este jueves, lo hará de manera continuada durante varias semanas, al menos hasta que pase la Pascua