Meghan Markle ha sido bautizada y confirmada en una ceremonia privada, oficiada por el Arzobispo de Canterbury,en la Capilla Real del palacio de St. James.

Su prometido y sus futuros suegros, el príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles, han acompañado a Meghan en la íntima celebración de su bautismo.

 “El príncipe Harry y Meghan Markle quieren hacer partícipe al público de las celebraciones nupciales de su gran día. Desean que esta boda, como todas las bodas, sea un momento de diversión y alegría que refleje las personalidades y valores de los novios”, informó Palacio.

Meghan no tenía por qué convertirse a la religión anglicana para casarse con el príncipe Harry, pero dicen que decidió bautizarse y abrazar el anglicanismo para honrar el papel de la reina Isabel como cabeza de la Iglesia de Inglaterra.

Parece que ha sido la propia Meghan quien había pedido personalmente al Arzobispo de Canterbury que oficiara el servicio de su Bautizo y de su posterior Confirmación después de que ambos hayan hecho amistad.

Los flamantes novios invitarán a 1.200 personas al enlace, así como a 200 miembros de una variedad de organizaciones benéficas, a 100 alumnos de las escuelas locales, a 530 miembros de la Casa Real, el Estado de la Corona y de la Comunidad del Castillo de Windsor.