El castillo de Windsor, un nido de fantasmas

Los espectros de la familia real británica están por todos los palacios, incluyendo el de la princesa Diana, pero en ninguno tantos… como en las 1.000 habitaciones de su amada fortaleza. Hasta veinticinco, una verdadera procesión

Collages Reina Isabel II y fantasmas

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Seguimos con nuestro tour por esos castillos y palacios encantados donde sus dueños y señores fantasmas siguen negándose a descansar (y a dejar descansar) en paz. Puede que no sea solo una sensación. Puede que alguno de los espectros de sangre azul esté realmente observando desde la galería de retratos.

Los espíritus de algunos monarcas legendarios se resisten a dejar sus aposentos. Se aferran al más y aún rondan sus castillos centenarios. Pasos lejanos vagando eternos y lamentos acunando sueños... son ‘otras’ de las preocupaciones de la realeza.

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Collages Reina Isabel II y fantasmas©Arte: Fernando Junco

Veinticinco espíritus

El castillo de Windsor, histórico escenario de visitas de Estado y Bodas Reales, y refugio de la reina Isabel II cuando estalló la pandemia, es un nido de fantasmas. Como lo leen. La fortaleza normanda, de casi 1.000 años, construida por el rey Guillermo el Conquistador y convertida en hogar por prácticamente los casi 40 monarcas británicos, tiene mucha vida interior tras sus túneles secretos y sus gruesos muros de sillares y piedra amarilla de Bath. De hecho, se dice, es la residencia real con mayor actividad paranormal del Reino Unido con un total de 25 espíritus.

Así que, podríamos señalar que, la recordada reina, además de hacer frente a su agenda (ahora vacía por la Covid) y “cuidar” de su familia, también tuvo que lidiar con sus antepasados afincados en Windsor (y en otras de sus residencias). Una verdadera procesión en las 1.000 habitaciones, ya que ninguno habría sido ahuyentado jamás.

Reina Isabel II©GettyImages

Desde hace cientos de años existe un libro (se dice secreto) en el castillo donde se registran todos los casos de avistamientos de fantasmas, incluso la reina Victoria dejó su observación. La reina Isabel II vio al menos dos de los 25 con los que convive: los de Isabel I (1533-1603), el más conocido de todos, y su madre, Elisabeth Bowes-Lyon…

Los tacones de Isabel I, la Reina Virgen

Le hicieron curiosa compañía Enrique VIII (1491-1547), un espíritu con aspecto furioso que vaga por las dependencias del castillo y de vez en cuando grita; la que fuera su segunda esposa, Ana Bolena (1501-1536), decapitada en la Torre de Londres, un alma en pena que solloza asomada a la ventana del Claustro del Decano; y la hija en común, Isabel I, la Reina Virgen, quinta y última monarca de los Tudor (siglo XVI), cuyos tacones se oyen en la biblioteca.

England's Queen Elizabeth I©GettyImages
Isabel I, la Reina Virgen, quinta y última monarca de los Tudor.

Su fantasma se le ha aparecido a prácticamente a toda la familia, incluso a Diana de Gales quien acabó, al parecer, con un ataque de nervios.

Su espectro -lleva un vestido negro y un chal de encaje en sus apariciones-, también ha sido visto por rey Jorge III, ahora también fantasma nostálgico, a quien le dijo “estar casada con Inglaterra”; y al rey Jorge VI, padre de Isabel II, que vio su espíritu durante ocho noches consecutivas durante los primeros días de la Segunda Guerra Mundial.

Los gritos de la reina Victoria

Jorge III, el rey loco, reinó casi 60 años entre 1760 y 1820, se aparece desde hace dos siglos en las habitaciones donde era confinado lejos de los suyos durante sus episodios de demencia, así lo cuenta el experto Richard Jones, en Castillos encantados de Gran Bretaña e Irlanda. También, Carlos I, que perdió la cabeza en la Guerra Civil de Inglaterra, frecuenta la biblioteca como lo hacía en vida; y la reina Victoria fue vista iracunda agitando los brazos y gimiendo en voz alta después de que Wallis Simpson mandara a Eduardo VIII arrancar los árboles que con tanto amor plantaron en su día ella y su marido, el príncipe Alberto.

Fantasma de la reina©GettyImages

Según el sitio web turístico Visit Britain, Windsor es el epicentro de la actividad paranormal, pero en todas las residencias de la familia real hay presencias sobrenaturales, con las que batallar: un monje con grilletes con una túnica marrón y el fantasma del mayor John Gwynne, secretario privado del rey Eduardo VII, que se suicidó en su oficina del primer piso, en Buckingham; John Brown, el empleado de la reina Victoria, que recorre Balmoral con una falda escocesa… Sin olvidar el espectro de Enrique III, que vaga cojo por las estancias con su pierna ulcerada.

“Calmando” el espíritu de la Princesa Diana

También Carlos de Inglaterra contaba en los años ochenta, los fenómenos extraños que ocurrían en Sandringham, que si corrientes de aire inexplicables, que si manecillas del reloj que marcan las horas a su propio ritmo particular; que si libros que se caen espontáneamente; que si las lámparas se encienden y apagan solas... Sin olvidar la respiración entrecortada del que podría ser el espíritu de Jorge VI, padre de la reina Isabel, que falleció de cáncer de pulmón… Y, finalmente el fantasma de Diana. En el libro Quién pierde, quién gana: Los diarios de Kenneth Rose (biógrafo de los Windsor) se incluye el testimonio de una doncella de Reina Isabel II. Y, de acuerdo a su relato, esto fue lo que sucedió: cuatro años después de la muerte de la princesa Diana, Isabel II encargó un servicio religioso para “calmar al espíritu”, tras detectarse una “atmósfera perturbadora”, negarse algunos trabajadores a entrar en la estancia embrujada; y sospechar el sacerdote de que se trataba del espíritu de la princesa Diana.

Torre de Windsor©GettyImages
Detalle de la Torre de Windsor iluminada.

Enrique VIII con ojos ardientes de ira

Saltando a Hampton, los fantasmas de las mujeres del rey Enrique VIII todavía deambulan por lo que fue en otro tiempo residencia de la Familia Real británica. En el segundo piso del gran salón del castillo hay un retrato de Ana Bolena, que en los años en los que el día de su ejecución coincide con la luna llena, desaparece y se oyen gemidos ahogados y gritos de mujeres. Jane Seymour, otra de sus seis esposas, se presenta con una capa larga y una vela fantasma, en la que el fuego solo ilumina su figura. El fantasma de Catherine Howard, una mujer vestida de blanco, aparece en la galería cubierta del castillo, donde los guardias reales la detuvieron y luego la acusaron de infidelidad. Dio un tremendo susto a finales de los 70 a unos turistas que llegaron a desmayarse cuando chocaron con ella mientras corría hacia la capilla, como hiciera antes de morir. El propio rey Enrique aparece en el castillo antes de la tormenta, atraído por la electricidad. La impresión es que se acerca un gigante, con la respiración agitada, los ojos ardientes de ira como si acabara de pillar a otra esposa traicionera, vestido con armadura y corona.

Hernethe Hunter©Hernethe Hunter