El príncipe Guillermo hace inolvidable el aniversario de boda de sus suegros

Los Duques de Cambridge dieron la bienvenida a los Middleton en Anmer Hall, la residencia en Sandringham que la reina Isabel regaló al matrimonio

Por hola.com

 

El príncipe Guillermo se aseguró de que sus suegros, Michael y Carole Middleton, tuvieran la semana pasada un aniversario de bodas inolvidable al invitarles a pasar su día especial en Anmer Hall, la finca que los Duques de Cambridge poseen en Sandringham.

El Duque, que nació dos años después del día en el que contrajeron matrimonio sus futuros suegros, los invitó a pasar su 34º aniversario de casados en su residencia de Norfolk para una doble celebración, que festejaría también su 32º cumpleaños: "El príncipe Guillermo les invitó a Sandringham," dijo una fuente de palacio. "Quería enseñarles Anmer Hall. Los cuatro disfrutaron de una barbacoa en la tarde del sábado. Mike ayudó a preparar la comida al Príncipe, mientras las damas entretenían al príncipe George", añadió.


Al día siguiente de su cumpleaños, el príncipe Guillermo dejó las celebraciones para jugar en un partido benéfico de polo sin su mujer, la duquesa Catherine, que se cree que se quedó en la casa de campo con sus padres y el príncipe George. El fin de semana de Michael y Carole con los Cambridge es un buen testimonio de su estrecha relación.

La Duquesa de Cambridge, Kate Middleton de soltera, tiene un fuerte vínculo con sus padres, que son los primeros que se vuelcan en prestarle toda su ayuda. Cuando la duquesa Catherine sufría una forma aguda de náuseas matinales en la primera etapa de su embarazo, los Duques decidieron no celebrar la Navidad con la Familia Real británica en Sandringham como es tradición y en cambio pasaron tan señaladas fechas en el hogar de los Middleton en Bucklebury. La pareja también se dirigió a la residencia familiar de los Middleton en Berkshire los días posteriores al nacimiento del príncipe George.

En enero de 2013, la reina Isabel asignó Anmer Hall al Duque y a la Duquesa de Cambridge. La propiedad georgiana de diez dormitorios, que se encuentra a dos millas de la residencia de la soberana inglesa en la finca de Sandringham, ha sido reformada para proporcionar a la casa mayor privacidad y seguridad. Los cambios realizados incluyen un desvío de la entrada, una amplia plantación de árboles para proteger la propiedad y ampliación del espacio para alojamiento, tal vez para los guardias de seguridad de la pareja.