La reina Isabel y el duque de Edimburgo han llegado a media mañana a Roma para reunirse con el papa Francisco en el Vaticano en una audiencia privada, que ha sido mucho menos formal que los anteriores encuentros que ha mantenido en el pasado la soberana y los pontífices.
La pareja real se ha reunido con el Jefe de la Iglesia católica en su estudio papal –cercano a la Casa Santa Marta donde reside–, en lugar del fastuoso Palacio Apostólico donde se llevó a cabo la semana pasada la audiencia con Barack Obama. Y, en consonancia con el carácter informal de la reunión de media hora, la reina Isabel no ha vestido de negro ni ha usado mantilla, la etiqueta exigida a las damas reales en las citas papales, sino que se ha decantado por un diseño muy primaveral de color lila, que la reina ha completado con un sombrero decorado con flores blancas a conjunto con sus guantes.
La Reina que junto al duque de Edimburgo se dirigió a su llegada al Palacio Quirinale, donde fue recibida por el presidente italiano, Giorgio Napolitano, llegó al Vaticano con quince minutos de retraso, dado que su encuentro con Napolitano se extendió más de lo previsto. A pesar del este leve impuntualidad, muy poco común entre los ingleses, el Papa ha recibido con una amplia sonrisa a la soberana con la que ha estado hablando en privado durante 17 minutos.
Antes del encuentro se procedió al tradicional intercambio de regalos, en el que el Pontífice entregó a la Reina de Inglaterra un regalo para su primer bisnieto, el príncipe George, hijo del príncipe Guillermo y la duquesa de Cambridge: una cruz de plata sobre una base de la piedra Lapislázuli. Además, a Isabel II le entregó un antiguo pergamino de mayo de 1679 con un mensaje "Urbi et Orbi" del cardenal Cesare Facchinetti. La Reina, por su parte, le regaló a Francisco una cesta con alimentos ingleses fruto de sus propiedades, entre los que había con miel, carne e incluso una botella de whisky Balmoral. Así como una fotografía enmarcada de ella junto al Duque de Edimburgo.
Siete encuentros papales
La reina Isabel no asistió el pasado marzo a la misa de inicio del pontificado del líder religioso argentino y en su lugar envió al Duque de Gloucester en su representación. Pero tiene, en cambio, un largo historial de encuentros papales.
La reunión de la reina Isabel con el papa Francisco ha sido la séptima con un Jefe de la Iglesia católica. La primera de ellas fue con Pío XII en 1951 cuando ella era todavía Princesa. Diez años más tarde tuvo una audiencia con Juan XXIII y con su sucesor Juan Pablo II se reunió tres veces en 1980, 1982 y 2000. El predecesor del papa Francisco, Benedicto XVI, visitó a la soberana durante su visita al Reino Unido en 2010. De los siete encuentros papales, cinco ocurrieron en Roma.
El viaje de esta semana ha sido la primera visita oficial al extranjero de la reina Isabel desde que pusiera rumbo a Australia en 2010. La soberana y el príncipe Felipe han llegado a la hora de comer a Roma, donde van a pasar todo el día. La pareja real ha comenzado su visita con una reunión con Giorgio Napolitano, el octogenario Presidente de Italia, antes de su encuentro de media hora con el Papa.
