La princesa Eugenia 'muerde' la Gran Manzana

La hija pequeña del príncipe Andrés se trasladó a Nueva York a principios de mes para trabajar en una casa de subastas

Por hola.com

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La princesa Eugenia ha sucumbido a la tentación y ha mordido la Gran Manzana. Y es que la hija pequeña del príncipe Andrés ahora hace vida en Nueva York, donde trabaja en una de las casas de subastas de moda de la ciudad de los rascacielos. La joven Princesa, que se trasladó a Estados Unidos a principios de octubre, se ha adaptado a las mil maravillas a su nuevo país de residencia y es fácil encontrarla paseando, sola o acompañada de amigos, por las calles del artístico distrito del Soho como cualquier guapa neoyorquina.

Dicen que sólo las mujeres de Nueva York están a la altura de las damas parisinas en lo que a estilo se refiere. Y lo cierto es que, en las pocas semanas que lleva en la ciudad, la princesa Eugenia se ha contagiado del glamour neoyorquino y ha sorprendido a los expertos en moda con una aparición tras otra más chic que la anterior. Desde su llegada a tierras americanas, la Princesa de York se ha convertido en un escaparate de moda juvenil con sus originales conjuntos de minifalda de gales con blusa con volantes, de abrigo corto con bombín, de poncho azul con mangas de cuero negro a tono con el vestido o de cazadora de cuero con maxi cuello con falda corta y botines.

La séptima en línea al trono de la Corona inglesa, licenciada en Historia del Arte y Literatura inglesa en la Universidad de Newcastle, acaba de instalarse como quien dice y ya tiene una apretada agenda social en la ciudad. Igual que la hemos encontrado yendo de camino al trabajo, disfrutando de algún almuerzo con colegas o pidiendo un emblemático taxi amarillo, la hemos visto desfilando por las alfombras rojas de las más glamurosas galas benéficas. Y, cuando no trabaja o presta su apoyo a alguna de las causas humanitarias, la princesa Eugenia disfruta de veladas familiares, tras haber recibido en distintas ocasiones las visitas (por separado) de sus padres y su novio.

Los planes de la Princesa son quedarse un año en Manhattan antes de regresar a Londres para ayudar a establecer en el Reino Unido una oficina de la casa de subastas de moda para la que trabaja en Nueva York, co-fundada por su jefe Alexander, hermano del empresario londinense Charlie Gilkes, excompañero del príncipe Guillermo y el príncipe Harry del colegio de Eton.