¡Todos a bordo! Zara Phillips y Mike Tindall despiden su soltería con una fiesta en el yate real Britannia

Acompañados por sus familias, disfrutaron de la velada en uno de los emblemas más preciados de la Corona británica que utilizaron durante su luna de miel los padres de la novia, la princesa Ana y Mark Phillips, o el príncipe Carlos y Diana de Gales, entre otros

Por hola.com

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Zara Phillips y Mike Tindall están a punto de dar uno de los pasos más importantes de sus vidas. La nieta de la reina Isabel II y el jugador de rugby se darán el 'sí, quiero' en unas horas en la iglesia de Canongate Kirk, en Edimburgo, y qué mejor forma de despedir su soltería que celebrar una fiesta con sus amigos y seres más queridos la noche previa a su boda a bordo de uno de los emblemas más preciados de la Corona británica, el yate real Britannia.

Entre los más de 150 invitados que acompañaron a los novios se encontraban los duques de Cambridge, el príncipe Harry así como las princesas Eugenia, que se decantó por el rojo pasión, y Beatriz, que lució figura con un elegante diseño de color morado y un original cinturón con forma de mariposa, y los condes de Wessex, Eduardo y Sophie. Tampoco faltaron los padres de Mike, Philip y Linda, que están encantados con la familia de su futura nuera. "Son muy acogedores y amables. Con el tiempo hemos cogido confianza y ya nos sentimos mucho más relajados cuando estamos con ellos”, explicaba Linda hace unas semanas, y añadía: “Tanto Mike como Zara tienen valores similares porque provienen de familias parecidas en las que nunca ha faltado el amor y el cariño”. 

La radiante novia, que eligió un diseño degradado de la firma Alice and Olivia, vivió una velada única y recordó algunos de los momentos más especiales que ha vivido su familia en el Britannia. Y es que fueron precisamente sus padres, la princesa Ana y el capitán Mark Phillips, los que utilizaron esta histórica nave para surcar las aguas del Pacífico y el Atlántico durante su luna de miel.

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Recibidos por un gaitero, los futuros novios llegaron al Britannia sin poder dejar de sonreír y dados de la mano, una imagen que refleja la felicidad que están viviendo estos días y que culminará esta tarde con una ceremonia que sin duda será muy diferente, al menos mucho menos mediática, que la de su primo, el príncipe Guillermo, y Catherine Middleton. La pareja, que ejercieron de anfitriones en un cóctel en la cubierta del yate, recibieron las felicitaciones de todos los invitados, entre los que también se encontraba Iain Balshaw, compañero de equipo de Mike y su best man, que sufrió un accidente hace unos días y tenía varias heridas en la cara. Uno de los que más felices estaba fue sin duda el hermano de la novia, Peter Phillips, que acudió con su mujer Autumn Kelly, aunque sin su pequeña Savannah, que nació el pasado 29 de diciembre.

Los orgullosos padres de la nieta de la reina Isabel II, la princesa Ana, que acudió con su marido, Tim Lawrence, y el capitán Mark Phillips, que estuvo acompañado por su esposa, Sandy Pflueger, se divirtieron de lo lindo en la fiesta tras dar por terminados los últimos detalles y preparativos de la boda, algo que ya comprobamos hace unos días tras ver a los futuros novios y a la princesa Ana acudiendo al último ensayo en la iglesa Canongate, en Edimburgo.

Los que tampoco pasaron desapercibidos fueron Guillermo y Catherine, ya que se trata de la primera vez que les reciben con su título escocés, los condes Strathearn, desde que se dieron el 'sí, quiero' el pasado 29 de abril en la abadía de Westminster. Para la ocasión, la mujer del hijo del príncipe Carlos de Inglaterra, repitió vestido, un diseño de seda de color verde de Diane von Furstenberg que ya lució a principios de este mes durante su visita a Canadá.

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Un yate real con historia
El Britannia fue construido en el astillero de John Brown & Co en Clydebank (Dunbartonshire, Reino Unido) y fue inagurado por la reina Isabel II el 16 de abril de 1953, pero no se puso en marcha hasta el 11 de enero de 1954, cuando se embarcó con el duque de Edimburgo rumbo a Tobruk para una reunión de la Commowealth. En un principio el yate se ideó para que fuera un barco-hospital en los años de la guerra, aunque al final ese no fue su destino.

Decorado según las especificaciones de la Reina, esta impresionante nave ahora está anclada en Edimburgo y abierta al público todo el año. De hecho, se puede tomar el té en cubierta, visitar los camarotes y ver uno de los Rolls Royce de la monarca aparcado en el garaje del mismo.


El yate Britannia estuvo de servicio 44 años y se utilizó en 968 viajes oficiales haciendo escala en 600 puertos, 135 países y llevando a bordo a mandatarios como Churchill, Gandhi, Gorbachov, Reagan, Yeltsin, Benazir Bhutto o Mandela. La última vez que se utilizó fue en una visita oficial a la isla escocesa de Arran, el 9 de agosto de 1997. La Reina tuvo que renunciar al uso y disfrute de este preciado emblema de la Corona británica, un lugar que ella misma describió como “el único sitio en el que realmente podía relajarme”. Por su parte, su hija, la princesa Ana, aseguró que es “lo más cercano al cielo que te puedes imaginar”.

Además de los padres de Zara, el Britannia también fue utilizado por otros miembros de la familia como la hermana pequeña de la reina Isabel II, la princesa Margarita, en el año 1960 tras su boda con Anthony Armstrong- Jones; el príncipe Andrés y Sarah Ferguson pasaron cinco días de crucero por las Azores tras darse el ‘sí, quiero’ en en 1985; o la princesa Diana y el príncipe Carlos, que utilizaron el yate real en numerosas ocasiones: durante su luna de miel realizaron una travesía marítima por aguas del Mediterráneo e hicieron una parada en Egipto.