La cuenta atrás para la gran boda real del año ha comenzado. A cuatro días del “sí, quiero” entre Guillermo de Inglaterra y Catherine Middleton todo lo que les envuelve se convierte en noticia. Ayer su aparición en la tradicional Misa de Pascua que se celebra, como todos los años, en la Capilla de San Jorge, en Windsor, hubiera generado mucha expectación mediática pero la ausencia de los novios reales estuvo más que justificada ya que ambos se encuentran volcados al cien por cien en los preparativos de su inminente enlace.
Al oficio religioso asistió la Reina, el Duque de Edimburgo, el príncipe Eduardo y su mujer, la condesa de Wessex, la princesa Ana y su esposo, Tim Laurence y el príncipe Andrés y sus dos hijas, las princesas Beatriz y Eugenia. Las hijas del Duque de York acapararon todas las miradas con los diseños elegidos para la ocasión. La princesa Beatriz, de 22 años, lució un original diseño en color marrón con tocado a juego mientras que su hermana, la princesa Eugenia, de 20, optó por un traje de chaqueta blanco con tocado del mismo color. También destacó por su elegancia la condesa de Wessex con un sencillo vestido azul marino y un tocado de plumas. Por su parte, Isabel II vistió un abrigo azul pálido con sombrero a juego.
El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, encargado de convertir en marido y mujer a Guillermo de Inglaterra y Catherine Middleton este viernes, tuvo en su homilía de Pascua palabras de cariño para los futuros príncipes: “Es estupendo la cantidad de celebraciones públicas que se están preparando para compartir la felicidad de los novios”. En un vídeo publicado el pasado viernes en la página oficial de la boda real, el arzobispo de Canterbury alababa “la sensatez con la que Guillermo y Catherine han tomado la decisión de casarse”.
Días antes de la celebración de la Misa de Pascua, Isabel II y su esposo organizaron una comida para conocer a Carole y Michael Middleton, los futuros suegros de su nieto. "La reina y el duque de Edimburgo invitaron a los señores Middleton a un almuerzo privado en el Castillo de Windsor", confirmó un portavoz oficial y según una fuente citada por la agencia de noticias británica Press Association, el encuentro entre ambas familias se produjo en un "ambiente cálido".
Pero, ¿dónde están Guillermo y Catherine? A punto de convertirse en marido y mujer, el Príncipe y su prometida han aprovechado su última semana de solteros para organizar los últimos detalles del enlace y, sobre todo, para relajarse. Catherine disfrutó de una agradable tarde de compras por la conocida King's Road de Londres. Muy elegante, con un vestido negro de 540 euros de una de sus diseñadoras favoritas, Issa, y zapatos de tacón marrones a juego con el bolso, visitó una de las tiendas de moda británicas más exclusivas: Whistles. Después, Catherine visitó los grandes almacenes Peter Jones de Sloane Square, y compró algunos maquillajes y unas gafas de sol de la conocida firma Marc Jacobs.
Por su parte, el príncipe Guillermo hizo un break en los preparativos de su boda para jugar un partido de fútbol con viejos amigos del prestigioso colegio de Eton en un parque londinense. Según confirmó Clarence House, el hijo mayor del Príncipe de Gales “disputó el pasado lunes (18 de abril) por la tarde un partidillo en Battersea Park, en el sur de Londres”. Uno de los jugadores del equipo rival, Martin Bruce, confesó al vespertino Evening Standard que se sintió "nervioso" al tener que marcar al príncipe, que jugó como central. "No quería ser la persona que accidentalmente le rompía el tobillo o le ponía un ojo morado justo antes de la boda", dijo Bruce, que elogió las cualidades como jugador de Guillermo de Inglaterra.
Pero en esta última semana, Guillermo y Catherine también han realizado planes en común. El más importante, sin duda, fue cuando los dos visitaron la tumba de Diana de Gales en Althorp Estate, hogar de su familia en el centro de Inglaterra, tal y como informó el diario británico Daily Mirror. Para el príncipe Guillermo era muy importante que su futura esposa visitara la tumba de su madre antes del día de la boda. Clarence House ni confirmó ni desmintió la información publicada, únicamente lanzó este comunicado: "No comentaríamos sobre una historia especulativa sobre lo que sería un asunto estrictamente privado".
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