La reina Isabel cancela la fiesta de Navidad de sus empleados

La Casa Real británica afirma que se ha tomado esta medida debido a la "difícil situación económica" a la que se enfrenta Reino Unido

Por hola.com

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Nadie se salva del tijeretazo en tiempos de crisis. Ni siquiera las tradiciones reales más apreciadas, como es el caso de la fiesta de Navidad de los empleados de la reina Isabel. La soberana inglesa ha decidido cancelar este evento con el que obsequia cada dos años en el palacio de Buckingham a sus trabajadores, debido a la "difícil situación económica" a la que se enfrenta en la actualidad Reino Unido, según ha informado un portavoz de la Casa Real inglesa.

Este año no correrá el champán, ni desfilarán los canapés, ni la Reina se marcará un baile con algunos de sus 600 empleados del Palacio de Buckingham, de Clarence House, del Castillo de Windsor o de sus fincas privadas, como suele ser habitual en esta tradicional fiesta navideña en honor a su personal. Este año los trabajadores reales y sus acompañantes se quedarán sin fiestón y reinará la moderación como medida de recorte de gastos: "La Reina es muy consciente de las difíciles circunstancias económicas a las que se enfrenta el país y se ha decidido que es apropiado que la Casa Real muestre contención, y por tanto no celebre la fiesta este año”.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre los empleados. "Es la primera vez que recuerdo que se cancela la fiesta. Todos estamos disgustados ya que es una noche maravillosa, en la que la Familia Real británica alterna con los sirvientes y es normal ver a la Reina bailando con un lacayo o a su esposo, el príncipe Felipe, danzando con una camarera", declara uno de los empleados al diario The Sun. "El champán fluye como el agua y uno se siente como si su duro trabajo fuera apreciado", añade. La fiesta, financiada con los ingresos privados de la Reina, iba a costar casi 57.000 euros y estaba prevista para el 13 de diciembre. Otra Navidad será.