Cercano, simpático, bromista y ante todo un caballero, así se ha mostrado Carlos de Inglaterra en la fiesta de bienvenida de la Copa Ryder de Golf que se disputará este fin de semana en Gales, en la que se enfrentan los mejores jugadores de Estados Unidos contra los europeos.
El Príncipe recibió a los golfistas y a sus esposas en los jardines del Castillo de Cardiff y ejerció de perfecto anfitrión, sobre todo con las mujeres, con quienes, rompiendo un poco el protocolo, estuvo charlando un buen rato, contándoles anécdotas y arrancándoles una sonrisa.
Después tuvo lugar la gala Bienvenidos a Gales, en el estadio Millenoum de Cardiff, que contó con varias actuaciones sobre su escenario y estuvo presentada por Catherine Zeta-Jones, que para la ocasión lució un elegante vestido rojo con un generoso escote. La actriz recibió la terminar el espectáculo, la visita del Príncipe, que la felicitó por su trabajo. La cantante Katherine Jenkins, también estuvo conduciendo la gala junto a la mujer de Michael Douglas y además, cantaron juntas.
Pero antes de esta fiesta de gala, el hijo de la reina de Inglaterra estuvo también con los jugadores y los capitanes de los equipos, Colin Montgomerie, de Europa, y Corey Pavin, de Estados Unidos, dando algunos golpes en Celtoc Manor Resrot, que es donde tendrá lugar el torneo. Así, el Príncipe demostró ante los más grandes de este deporte, que no se defiende nada mal con los palos de golf.
Entre los golfistas destacó la presencia de Tiger Woods, ya que es la primera vez que asistía a este torneo en solitario, después de su polémico divorcio de Elin Nordegren. El golfista estuvo algo serio y cabizbajo, y en sus primeros entrenamientos para este torneo, donde pretende volver a recuperar el buen juego que le hizo ser el mejor del mundo, no ha estado muy acertado.
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