La prensa inglesa apunta en los últimos días al hecho de que Kate es definitivamente la "Novia", aunque falte tiempo para que sea anunciado su compromiso y ésta tome sus medidas a la hora de aparecer junto a la familia Windsor.
Transcurridos siete años desde el día en el que se conocieron en la Universidad de St. Andrews y habiendo superado una ruptura que hizo correr ríos de tinta, ya no se trata de si Kate es o no del agrado de la soberana o de si ésta llegará al altar del brazo del [príncipe Guillermo]. En este sentido, y a falta de una sola respuesta: "¿cuándo?", las dudas han quedado disipadas.
En cualquier caso, para alguien "asombrosamente brillante" como Kate -así la describió uno de sus profesores-, no debe ser fácil afrontar el día a día sin tener un trabajo remunerado con el que sentirse útil. Aunque, la pregunta sería: ¿qué tipo de trabajo podría hacer la novia del príncipe Guillermo?
Un difícil equilibrio entre lo que es y lo que podría llegar a ser
Los periodistas que cubren habitualmente las noticias de la Familia Real inglesa tienen una respuesta clara y concisa: su trabajo es "esperar". Y hacerlo sin llamar demasiado la atención como si estuviera entreteniendo el tiempo mientras Guillermo termina su formación.
En una era en la que las Casas Reales intentan a diario demostrar que las monarquías siguen siendo necesarias, Kate no sólo se ve "obligada" a alejarse de esa idea de "modernidad" sino que, en la espera, ha de sobrevivir manteniendo un difícil equilibrio entre lo que es y lo que podría llegar a ser sin poder aprovecharse de un estatus real aún incierto.
La [reina Isabel] y su familia valoran ese esfuerzo y, como premio, le han dado de forma natural un lugar a su lado en algunos eventos oficiales. Un estatus dentro de la Familia Real: el de Novia, con "N" mayúscula.
[Kate Middleton] se lo merece y la soberana así lo entiende. Además, después de haber sufrido como madre y como Reina las consecuencias de las crisis matrimoniales de sus hijos, Isabel II parece haber llegado a la conclusión de que es mucho mejor para todos -incluida su Monarquía- que Kate aprenda a encajar entre los Windsor y que valore si realmente podría, por amor, adaptarse al exigente y estricto protocolo que supondría convertirse en princesa de Gran Bretaña, antes de llegar al altar.