El príncipe Harry ha sido recibido en el Reino Unido como un héroe a su vuelta de Afganistan: la prensa le ha encumbrado, su abuela, la reina Isabel II, le condecorará por su misión talibana, y será ascendido próximamente en su carrera militar. Y, como guinda a tan buen panorama profesional, su relación sentimental con Chelsy vuelve a marchar viento en popa.
En un acto inusitado, la soberana inglesa condecorará al príncipe Harry y a sus compañeros de campaña con medallas por el servicio prestado en Afganistán. Según informa el rotativo británico The Sun, la Reina, de 81 años de edad, hará los honores de la entrega en una ceremonia de una hora de duración en el Castillo de Windsor. "Ella sabe cuánto quería su nieto salir a Afganistán y el trabajo que él ha desempeñado", dijo una fuente de Ejército. "Será un momento muy emotivo para ambos". Otra de las gratas noticias que han hecho más grata su bienvenida es que el tercero en la línea al trono, actualmente subteniente, ascenderá al grado de teniente el mes próximo después de completar dos años en el Ejército. Ascenso que se verá reflejado también en su salario.
Harry y Chelsy, inseparables Medallas en lo profesional y besos y abrazos en lo personal. Y es que el reencuentro entre el recién llegado [príncipe Harry] y su novia, Chelsy Davy, ha sido de lo más apasionado. La pareja había acordado darse un tiempo después de una serie de peleas, pero desde que el príncipe Harry regresara de Afganistán, donde luchó contra los talibanes y vivió en una base militar durante diez semanas, se han vuelto de nuevo inseparables.
Acudieron anoche a una fiesta de cumpleaños, donde mostraron que las hostilidades entre ambos habían acabado. Eran vistos juntos por primera vez en seis meses. El príncipe Harry y Chelsy llegaron a la cita en el apartamento de su colega y antiguo soldado, Mark Dyer, que celebraba su 42º cumpleaños en Chelsea, al oeste de Londres, poco antes 11 de la noche y permanecieron allí hasta las cuatro de la madrugada. La pareja se lo pasó en grande: ríeron, bromearon y, en el momento de la tarta y de los regalos, el segundo hijo del Príncipe de Gales entonó el Cumpleaños Feliz.
"Antes de trasladarse a Afganistán, parecía que su relación de tres años había concluido. Chelsy estaba inmersa en una dinámica de peleas continuas. Pero desde que el príncipe Harry llegó a casa el pasado sábado ha dejado de lado todo eso que le aparta de él. Fue a su encuentro, se trasladó rápidamente a Londres y, en estos días, han disfrutado de una luna de miel. Harry adora a Chelsy. Y, aunque todavía tienen que limar ciertas asperezas, lo cierto es que estan más unidos que nunca", asegura un amigo común de la pareja. Pasaron sus primeros tres días juntos refugiados en la propiedad del príncipe Carlos en Highgrove planificando una romántica escapada por Semana Santa a Sudáfrica. Como en los viejos tiempos.
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