La reina Isabel y el Duque de Edimburgo celebran sus bodas de diamante con un servicio religioso

Los miembros de la Familia Real inglesa, así como unos dos mil invitados, arroparon a la soberana y a su esposo

Por hola.com

La reina Isabel II de Inglaterra y el príncipe Felipe de Edimburgo celebraron ayer sus bodas de diamante en la Abadía de Westminster, donde se casaron el 20 de noviembre de 1947, con una solemne ceremonia religiosa salpicada de recordatorios a su histórico enlace. La multitud que esperaba a la pareja era inferior a la de hace seis décadas, pero por lo demás la soberana -la primera monarca del Reino Unido que celebra sesenta años de matrimonio- revivió con precisión uno de sus días más felices. Como hace sesenta años, la lluvia cedió el turno al sol para recibir a la pareja a su llegada al templo. Vestida con un traje y sombrero blanco, la soberana, de 81 años, y su esposo, de 86, con un traje y abrigo oscuro irrumpieron en la abadía, donde les esperaban sus cuatro hijos y siete nietos, así como cerca de dos mil invitados, incluido el primer ministro Gordon Brown con su esposa, Sarah, los ex jefes de Gobierno conservadores, Margaret Thatcher y John Major, así como líderes militares y religiosos.

Su largo matrimonio es digno de elogio en los tiempos en los que vivimos. Así lo reconoció el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams. Bendijo a la pareja real y alabó su larga "asociación creativa" y el "compromiso absoluto" con todos los aspectos del reino durante sus seis décadas juntos. El arzobispo de Canterbury pidió a la reina Isabel y al Duque de Edimburgo "renovad en vuestros corazones las promesas que os hicisteis uno al otro". La intervención del príncipe Guillermo rezando una oración para sus abuelos fue otro de los momentos más significativos: "Amemos porque el amor viene de Dios. Quien no ama, no conoce ningún Dios", dijo ante los invitados, entre los que estaba su hermano, el príncipe Harry, y su padre, el príncipe Carlos, con su esposa, la Duquesa de Cornualles, en primera fila. Al final del servicio religioso, la soberana y su esposo conversaron con las 10 parejas que también se casaron el 20 de noviembre de 1947.

Además de los guiños a las nupcias de la reina Isabel y el Duque de Edimburgo en la música, las flores y los reclinatorios durante la ceremonia, no ha faltado otro en relación con su viaje de novios. La pareja, que asistió la noche del domingo a una cena ofrecida por el príncipe Carlos en Clarence House con motivo de su aniversario de bodas, han coronado los actos conmemorativos poniendo rumbo hoy, justo el día de su enlace hace 60 años, a la isla de Malta, en el Mediterráneo, donde partieron hace seis décadas de luna de miel.