Hace tan sólo unos días que Chelsy aterrizó en la ciudad británica convirtiéndose como era de prever en el centro de atención de cientos de fotógrafos que no querían perder la oportunidad de ver el reencuentro de la joven con su Príncipe. Pero está instantánea se hizo esperar debido que Harry llegó a recoger a su novia una hora tarde. A pesar de este pequeño despiste, y una vez instalada en su nueva residencia, la zimbabwense decidió acudir el martes por la noche en compañía de sus amigas a uno de los pub más frecuentados por la jet set londinense y por el príncipe Harry y su hermano, el [príncipe Guillermo], el pub Mahiki.
Ya de madrugada, y tras haber pasado una magnífica noche, la novia del Príncipe abandonó el exclusivo local, y para su sorpresa a la salida se encontró con que el día empezaba a despuntar y el sol brillaba con fuerza, algo que debió de reconfortar a la joven, ya que su mayor impedimento para trasladarse al país ingles era su clima lluvioso. Parece que el tiempo londinenses quiso dar así de esta manera su particular bienvenida a la que podría convertirse en la mujer del príncipe Harry.