La reina Isabel II se despide de los fastos por su ochenta cumpleaños

Por hola.com

Más de dos mil personas -entre las que se encontraban treinta miembros de la Realeza y el Primer Ministro, Tony Blair- asistieron al oficio religioso que se celebró en la catedral de San Pablo para festejar el ochenta cumpleaños de la reina Isabel II. Y no es que los británicos hayan perdido la memoria, y no recuerden los grandes fastos de finales de abril (la reina cumplió oficialmente ochenta años el 21 de abril); al parecer, la tradición establece que si los Monarcas han nacido en invierno, o durante una época fría del año, dado que el tiempo quizá no acompañe para celebraciones al aire libre, parte de los festejos se trasladan a junio. Se vio llegar a Isabel II radiante, acompañada de su esposo, Felipe de Edimburgo. Hicieron lo propio sus hijos. Carlos de Inglaterra asistió con sus hijos, los príncipes Guillermo y Harry; Camilla Parker-Bowles no asistió, ya que se encuentra de luto por la reciente muerte de su padre, el mayor Bruce Shand, a la edad de 89 años.

Curiosidades de un festejo inusual
El arzobispo Rowan Williams, en su sermón, subrayó la capacidad de la Reina para "dar un rostro humano al poder". Y demostró ese halo humano (con humor) en el almuerzo posterior a la misa, celebrado en la Mansion House y ofrecido por el Alcalde, en la City de Londres. Trescientas cincuenta personas pudieron catar un menú muy británico, con una nota de originalidad: tanto los cocineros como cada uno de los platos fueron escogidos por el público de un conocido programa de la BBC, El gran menú británico. No faltó el salmón, ni la trucha; de caza, el venado; y como postre, guinda final, natillas con nuez moscada. La Reina dio un discurso marcado por el sentido del humor, en el que no faltó una cita de Groucho Marx: "Como una vez dijo Groucho Marx, cualquiera puede llegar a viejo. Todo lo que tienes que hacer es vivir lo suficiente".

Un gran desfile y salvas de honor
El sábado han continuado los festejos con el tradicional paseo en la carroza de la reina Victoria por las calles de Londres. Miles de personas esperaban el paso de la comitiva real por las principales calles de la ciudad en su corto recorrido desde Buckinham Palace. Tras pasar revista a las tropas de gala formadas para la ocasión, ha comenzado un gran desfile militar para festejar el cumpleaños de la soberana.