¿A quién les recuerda la pareja que aparece sobre estas líneas? Parecidos más que razonables. Las estrategias del marketing han dado una vuelta de tuerca en su intento por captar mercado y han ido un poco más allá. Si bien la táctica ya se había utilizado con modelos (Mark Vanderloo fue en tiempos lo más parecido a Brad Pitt y anunciando lácteos tenemos a una calco de Elle McPherson),hasta ahora la maniobra nunca había sido tan Real (y con mayúscula).
El ataque de los clones La firma Burberry ha apostado por el ataque de los clones en su nueva campaña. Nada mejor que un remedo del príncipe Guillermo para lucir sus inconfundibles cuadros y que su ropa, por ende, adquiera un empaque de lo más aristocrático.Y si el príncipe tiene novia, mejor que mejor. Se le pone al lado a una doble de Kate Middleton y tenemos el resultado facsímil por duplicado. De esta forma encontramos que la reproducción más fiel en carne y hueso del hijo del príncipe de Gales se llama Lars Burmeister y luce su mismo pelo rubio oscuro, perfil anguloso y mirada profunda. Por su parte, su «partenaire » femenina, la alemana Luca Gadjus, no se queda atrás con una idéntica melena castaña y similar gesto de timidez.
Lucir como príncipes Pero no sólo eso. La firma es fiel en su propuesta al clasicismo muy «british » que ha convertido en su seña de identidad, que no es otro que el estilo que habitualmente lucen tanto Guillermo como su novia (quienes, por cierto, últimamente han dado nuevos pasos en la formalización de su relación, ya casi oficial). De esta forma, los adeptos a la marca se acercan al menos a los aledaños de Buckingham Palace luciendo como príncipes y, quizá, como futuras princesas. Pues nada, que como la moda en cuestión prospere, en los nuevos catálogos de temporada tendremos en breve reproducciones inéditas de don Felipe y doña Letizia. Tiempo al tiempo.
