La incertidumbre que rodea los acontecimientos que condujeron a la muerte a la princesa Diana en 1997 se ha visto agitada una vez más, al haber sido hallado, al parecer, un espía que podría haber desatado la persecución causante del siniestro. El explosivo hallazgo se ha producido justo después de que los tres fotógrafos franceses que fotografiaron a la Princesa agonizando fueron declarados culpables de invasión de la intimidad y condenados, eso sí, a una multa simbólica de un euro entre los tres -lo que significa que cada reportero gráfico deberá pagar tan sólo 33 céntimos a Mohamed Al Fayed-.
Los detectives británicos que están investigando la muerte de la Princesa han localizado a todas las personas que se encontraban fuera del hotel Ritz de París la noche en la que ella falleció. A todas menos a uno: el hombre, que fue visto alborotando frenéticamente a la multitud cuando la princesa Diana y Dody Al Fayed salieron. Ha desaparecido sin dejar ni rastro levantando la sospecha de que podría trabajar para los servicios de seguridad ingleses que operaban en la capital francesa esa noche.
"Un paso más cerca de la verdad"
En unos segundos, el coche de Diana y Dodi era acosado por un grupo de paparazzi, en motocicletas y en coches, que emprendió una persecución peligrosa y de alta velocidad. ¿Pero quién estaba detrás de la coordinada caza de la pareja? La cuestión merece aún una explicación. Los investigadores de la Operación Paget -el equipo dirigido por Lord Stevens que se encarga de examinar la muerte de Diana- ya han interrogado a los espías que operaban en aquel momento en París. Pero las sospechas acerca de la certeza de este nuevo hallazgo se han intensificado, al conocerse que por lo menos un agente tuvo libre acceso al cuerpo de Diana cuando se encontraba en el depósito de cadáveres francés, así que volverán a ser investigados.
Mohamed Al Fayed, padre de Dodi y propietario de los famosos almacenes Harrods de Londres, quien ahora vive la mayor parte del año en Suiza, ha afirmado repetidamente que Diana y su hijo fueron asesinados por agentes de la inteligencia británica y que su muerte fue el resultado de un complot promovido por el príncipe Felipe, esposo de la Reina Isabel II, y ex suegro de Diana. En este momento, y a la espera de una conclusión final, se siente "alentado por el hecho de que cada batalla en la que me enfrento me lleva un paso más cerca a la verdad, pese a toda la oposición y hostilidad que encuentro en el poder".