Hoy Kate Middleton es la chica del autobús 19, pero algún día —quizá no muy lejano— podría viajar en carroza real hacia la catedral de San Pablo. Su vida, actualmente, es como la de cualquier joven de su tiempo: hace deporte por las mañanas en pantalón corto por uno de los numerosos parques de Londres, sale de compras por el centro de la ciudad y busca trabajo en una galería de arte. Sin embargo, algo la distingue del resto: es la novia del [príncipe Guillermo] de Inglaterra, segundo en la línea de sucesión al Trono. Y, aunque ambos son muy jóvenes -tan sólo tienen 23 años-, su relación toma visos de ser más sólida.
"Muy enamorados" No en vano, ya apunta algún diario inglés que el palacio de Buckingham podría estar preparando para la primavera el anuncio de compromiso de la pareja, al que seguiría, en otoño, la boda real. "Se ha especulado mucho, pero todo parece indicar que el primogénito del [Príncipe de Gales] y su novia, Kate, se comprometerán el próximo año", señalaba el pasado domingo The Mail on Sunday. "Se habla de ello abiertamente en Palacio. La última palabra sobre el tema es que la próxima primavera habrá compromiso. Si esto sucede, es probable que la boda se fije para el mes de octubre".
Obviamente, antes que nada, es preciso que el [príncipe Guillermo] se decida a dar el paso, pero el hecho de que su relación con Kate parezca tan firme es motivo más que suficiente para convencer a los funcionarios de palacio de que el Príncipe planea hacerla su esposa en un futuro relativamente próximo. También su círculo de amigos más cercanos afirma estar seguro de ello: "No nos sorprendería en absoluto a ninguno de nosotros que el Príncipe y Kate anuncien pronto su compromiso. Están realmente muy enamorados".
