La relación del príncipe Guillermo y su novia, Kate Middleton, está a punto de pasar de nivel. Y es que, según la prensa inglesa, la pareja planea dar un paso más en la formalización de su noviazgo haciendo su primera aparición pública en un acto oficial juntos. Personas próximas al círculo real explican que este salto se produce porque el primogénito del Príncipe de Gales está cansado del secretismo que rodea su relación y considera que ha llegado el momento de "mostrarse" al mundo como pareja.
Aunque aún es pronto para hablar de boda, sobre todo teniendo en cuenta que el [príncipe Guillermo] ha declarado en varias ocasiones que no quiere casarse antes de los 28, lo cierto es que su relación va muy en serio y hay quien asegura que su compromiso oficial es sólo una cuestión de tiempo. Y es que Kate -discreta, inteligente, de serena belleza y elegante- ha encajado perfectamente en palacio y ya ha llegado a convertirse en una figura popular en la Casa Real. También se ha metido en el bolsillo a la reina Isabel II. La novia del príncipe Guillermo ha mantenido, al parecer, varias "reuniones secretas" con ella, en un claro gesto de que la soberana inglesa aprueba el noviazgo de su nieto.
Reuniones secretas con la Reina Kate asistió, al menos, "a dos cenas privadas" con la Reina -una de ellas en el Castillo Windsor-, en las que se sintió "bastante cómoda". "Isabel II está satisfecha de ver al Príncipe tan contento con su novia", declaró una fuente cercana a palacio. Asismismo, mientras preparan su próximo traslado a Clarence House, Kate ha comenzado un curso sobre protocolo y un entrenamiento con los funcionarios de palacio para aprender a énfrentarse a la atención de los medios de comunicación, tal y como ocurrió con Camilla Parker-Bowles antes de que contrajera matrimonio el pasado mes de abril con el príncipe Carlos.
La pareja se conoció hace cuatro años en la universidad de Saint Andrews, aunque no fue hasta el año 2003 cuando comenzaron a salir. Desde entonces, Kate se ha unido en dos ocasiones a las habituales vacaciones familiares del Príncipe en la estación de esquí de Klosters y apenas hace tres meses presentó a sus padres, Michael y Carol, a la Reina y el [príncipe Carlos]. No obstante, los funcionarios de palacio insisten en que tales avances no se interpreten como pruebas de que el matrimonio entre los jóvenes está más cerca de lo pensado. "El hecho de que se haya reunido varias veces con la reina Isabel y de que haya cenado con ella en forma privada tampoco debería interpretarse como un signo de matrimonio inminente ", agregó la fuente. El tiempo dirá la última palabra
