El príncipe Harry ha comenzado a sudar a borbotones en la prestigiosa Academia Militar de Sandhurst y no precisamente a consecuencia de la subida de las temperaturas. Y es que el hijo menor del [Príncipe de Gales] ha iniciado una de las pruebas más duras de su incipiente carrera en el Ejército. Durante cinco días atroces, el Príncipe y sus compañeros pondrán en práctica en el campo de batalla sus capacidades físicas y las habilidades de supervivencia, que han estado aprendiendo desde su ingreso en la escuela, a lo largo de las últimas cuatro semanas.
El ejercicio arrancó el pasado lunes en el Parque de Pippingford, el corazón del Bosque de Ashdown, en Sussex Oriental, lugar utilizado a menudo para las maniobras del Ejército. En este tiempo, el Cadete oficial Wales, como es conocido el joven Príncipe, deberá mostrar sus dotes de supervivencia corriendo por el denso bosque, arrastrando una mochila de 25 kilos y un rifle SA80 de asalto, descifrando mapas y cocinando al fuego abierto.
Fiero entrenamiento El príncipe Harry, que, al parecer, le ha costado adaptarse a las fuertes exigencias físicas de su instrucción, salió ayer con los cadetes de la Compañía de Alamein con el rifle de 5.56 mm, que recibió en su primera semana, para practicar las técnicas de patrulla y habilidades de orientación. Se trataba de la primera vez que el Príncipe, de 20 años, era visto en el público desde que su llegada a Sandhurst, el pasado 8 de mayo, acompañado de su padre, el Príncipe de Gales. Todos y cada uno de los oficiales aspirantes llevaba una fatigosa indumentaria militar, que remataba un casco, unas botas de cordones de caña alta y un macuto en la espalda.
"Es extremadamente duro", declaró un antiguo recluta de Sandhurst que superó la prueba. "Cuando termine, Harry estará dolorido, hambriento y agotado, pero, entonces, a su vuelta a Sandhurst, continuará su instrucción. No hay descanso. Por eso el Ejército inglés es el mejor en el mundo", señaló. Asimismo, fuentes cercanas afirmaron que el príncipe Harry ha encajado en el grupo a la perfección, pero que ha encontrado bastante duro lo que lleva de curso (apenas un mes): "Harry es querido por los otros cadetes y no ha recibido ningún tratamiento especial desde que él llegó, aunque algunos de sus colegas se sienten un poco inquietos por el hecho de que les sigan agentes de policía dondequiera que ellos vayan".
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