El príncipe Guillermo y Kate Middleton: ¿Una historia de amor con final feliz?

Por hola.com

La relación del príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton va viento en popa. Y es que no sólo la pareja se ha hecho inseparable, sino que además, y lo más importante, su noviazgo cuenta con la aprobación del príncipe Carlos, lo que ha permitido que su primogénito haya integrado a Kate en su círculo familiar y de amistades. "El príncipe Guillermo está encantado de que su novia le acompañe en alguna reunión real, lo que es posible gracias a que ella sintoniza bien con el [Príncipe de Gales] y otros miembros de la Familia Real".

El Príncipe siempre ha sostenido que sus dos hijos debían casarse con quien ellos quisieran. Determinado a evitar la catástrofe en que concluyó su propio matrimonio concertado con la princesa Diana, el Príncipe de Gales considera que sólo le corresponde a su hijo elegir con quién quiere compartir su vida. "El Príncipe siempre fue consciente de que no quería presionar a su hijo como le forzaron a él para que protagonizase un casamiento conveniente, No obstante, el príncipe Carlos confía plenamente en su hijo. Sabe que el príncipe Guillermo es un joven sensato, consciente de sus responsabilidades como futuro Rey y que, por tanto, hará su elección con sumo cuidado", declara una fuente cercana al Palacio.

El príncipe Carlos, encantado con Kate
Sin embargo, no es ningún secreto que el príncipe Carlos se lleva muy bien con Kate, como ha puesto de manifiesto el hecho de que la joven fuera invitada la pasada Semana Santa a pasar las vacaciones con el Príncipe de Gales y sus hijos. Otra deferencia hacia la novia de su primogénito, según el diario Sunday Express, ha sido abrirle las puertas de los palacios reales siempre que ella quiera.

También el [príncipe Guillermo] tiene muy buena relación con los padres de Kate. No en vano, el joven ha dicho a algunos amigos que estaba especialmente agradecido por la manera en la que los Middleton le habían recibido en su hogar en Bucklebury, Berkshire. Una velada íntima y familiar, en la que el Príncipe habló tranquila y distendidamente con los padres de su novia, según fuentes cercanas al nieto de la reina Isabel II.