Carlos y Camilla: Una boda con cuentagotas

Por hola.com

Después de 30 años de relación y habiendo demostrado con creces que no se amilanan ante el primer problema, Carlos y Camilla avanzan imparables hacia el altar. Ajenos a todas las objeciones y comentarios, la pareja improvisa los detalles de su enlace, dando una imagen que nada tiene que ver con el protocolo de una Monarquía. Los vaivenes y rectificaciones han provocado que los diferentes aspectos del enlace se vayan dando a conocer con cuentagotas.

  • La ceremonia: Dado que la Iglesia de Inglaterra ha rechazado el matrimonio religioso entre el príncipe Carlos y Camilla, la ceremonia será civil, aunque posteriormente se bendecirá en un "acto de rezo y dedicación" en la capilla del castillo de Windsor. Este anuncio provocó que algunos destacados juristas argumentaran, basándose en una prohibición de 1836, que un miembro de la Familia Real no podía casarse por lo civil. El Registrador General del reino sentenció que la legislación de acuerdo a la cual se había impedido otros matrimonios civiles entre miembros de la Casa Real había sido mal interpretada, pues una norma posterior, la ley de matrimonios de 1949, la neutralizaba al no referirse expresamente a la Realeza. De nuevo se pusieron objeciones a este supuesto, aunque finalmente el Gobierno ha estimado que la falta de claridad permite el enlace e invoca la Carta de Derechos Humanos europea para legitimar su apoyo. Será, sin embargo, una boda muy íntima en la que el príncipe Guillermo y el primogénito de Camilla, Tom Parker Bowles, firmarán como testigos.

  • La seguridad:Celebrar la boda civil en el castillo de Windsor, como en principio estaba previsto, obligaría a habilitar el edificio medieval como lugar de celebración de todo tipo de enlaces, según las leyes británicas. Cualquier pareja podría solicitar casarse allí, por lo que hubo que cambiar rápidamente de planes. El lugar elegido: el ayuntamiento de Windsor. Se planteó así un doble problema, ya que había que garantizar la seguridad en ambos escenarios. El máximo jefe policial del país ha calificado la celebración de "blanco obvio y enorme" para terroristas, además de la cantidad de personas que podrían congregarse y que culpan a Camilla de la ruptura del matrimonio del Príncipe con Diana de Gales. Anarquistas, antimonárquicos, terroristas... son algunas de las amenazas que se prevén ese día, por lo que decenas de policías tendrán que proteger a la pareja y sus invitados en el trayecto hasta el castillo de Windsor, donde los contrayentes serán bendecidos por la Iglesia Anglicana.

  • La tarta: Son 20 los pasteles que se han encargado para la recepción que ofrecerá la reina Isabel II en el castillo de Windsor, tras la bendición del matrimonio del príncipe Carlos. Veinte tartas muy especiales que cocinará una abuela galesa de 76 años, Etta Richardson, por expreso deseo del novio. El Príncipe probó este pastel de frutas durante una visita a Gales en el año 2004 y quedó muy impresionado, por lo que, ya entonces, encargó ocho de esos dulces. Etta Richardson lleva más de 50 años cocinando esa tarta con una receta secreta que heredó de su madre y que "no piensa revelar a nadie".