Y un claro ejemplo este 'debut mundial', por tanto, de que la novia del Príncipe de Gales ocupa un papel cada vez más preponderante dentro de la [Familia Real inglesa]. Pero Camilla no sólo ha dirigido sus pasos en el ámbito internacional, sino también en el familiar. Tanto es así que, en un gesto sin precedentes de conformidad y aprobación de esta relación, la reina Isabel II ha consentido que Camilla asista a la tradicional cena de Navidad que celebrará la soberana inglesa con los suyos en Sandringham. Algo que muchos han considerado el beneplácito definitivo -aunque aún implícito- de la Reina a la segunda boda del príncipe Carlos. "Gestos como éste no son accidentales en el seno de la Familia Real. La invitación, por el contrario, es un claro signo de la creciente aceptación de Camilla". No obstante, eso sí, Camilla deberá ser paciente cuando se acerque la señalada fecha ya que días antes de reunirse en Sandringham con el Príncipe, este viajará por los alrededores del estado de Norkfolk.
Clarence House, nuevo hogar familiar
El hecho de que los hijos del príncipe Carlos, Guillermo y Harry, hayan aceptado convivir con Camilla y el padre de ésta, el mayor Bruce Shand, de 86 años, en la restaurada residencia de [Clarence House] -palacete situado en Londres en el que vivió la Reina Madre, fallecida en 2002, a la edad de 101 años-, a donde ya se han mudado, ha sido un nuevo y contundente gesto de su firme decisión de formalizar su relación. Y es que, aunque tengan habitaciones separadas, estarán, eso sí, unidas por una recámara, y Camilla se instalará en el espacio que ocupara el dormitorio de la Reina Madre, aunque probablemente habrá sustituido por algo más cómodo y moderno la vieja cama de la abuela del Príncipe. Una cama con cuatro querubines a los que el servicio de la Reina cambiaba de traje todos los meses. Vestidos lavados y almidonados.
Finalmente, también sus conciudadanos aceptan cada vez con mayor tolerancia su relación e incluso el posible matrimonio de la pareja, tal y como pudo comprobarse en la última edición de la tradicional muestra floral de Sandringham. Exposición en la que Camilla, que acompañaba al príncipe Carlos, fue recibida por los visitantes con una calurosa y afectuosísima acogida.
