Camilla expone su primer cuadro

Por hola.com

Por amor al príncipe Carlos, Camilla ha aprendido la técnica de la acuarela y ha hecho de este arte su propia pasión. Tanto es así que cuando su hija Laura le pidió que pintara un cuadro para una causa benéfica, la novia de Inglaterra, que puede pasarse horas observando cómo el Príncipe va dando forma a una de sus famosas pinturas, no se lo pensó dos veces y sorprendió a todos con su primer gran éxito como pintora: una magnífica acuarela con un rinoceronte salvaje como protagonista.

Camilla no tuvo problemas a la hora de decidir el tema que ocuparía su primera obra maestra. Lo tenía claro: un enorme rinoceronte. Y es que, desde que viajara a Kenya y visitara un santuario de paquidermos, en 1994, poco después de que su relación con el [Príncipe de Gales] se hiciera pública, quedó fascinada por la belleza de este animal, indefenso ante el feroz ataque humano.

Y, al parecer, su elección ha sido un rotundo éxito. Así, el cuadro nobel de Camilla, que será subastado para recaudar fondos en beneficio de la defensa de esta especie, se expone en una galería, con un precio inicial de 390 euros, junto a las pinturas de otros 100 artistas y famosos, como Richard Branson y el cantante Annie Lenox.

El príncipe Carlos, su gran maestro
No hay duda de que Camilla ha tenido grandes maestros en el arte de la pintura. Por un lado, ha contado con la inestimable ayuda y consejo del Príncipe de Gales, reputado acuarelista, que la introdujo en este pequeño mundo en el que muy pocas personas han tenido el privilegio de estar a su lado, dándole pequeñas lecciones sobre el uso de los colores y otras nociones básicas.

Pero además, desde hace meses, asiste a clases de pintura con la famosa Catherine Goodman -ganadora del prestigioso Premio de Retrato BP-, amiga íntima de la sobrina de Carlos, lady Sarah Chatto (la hija artista de la princesa Margarita), quien al menos, una vez a la semana, se traslada hasta el jardín de su casa, en Wiltshire, Raymill House, para trabajar juntas las técnicas acuarelistas. El mismo jardín donde Camilla tuvo la idea de sorprender al Príncipe con un retrato pintado por Catherine Goodman, que no en vano es una de las mejores retratistas de Gran Bretaña, para que éste pudiera colgarlo de las paredes de Highgrove.