La reina Isabel II de Inglaterra puso fin, el miércoles, a las [celebraciones del Jubileo]. Con una última fiesta organizada en los jardines de su Castillo de Balmoral, La Soberana de Gran Bretaña dijo adiós a los últimos tres meses de fastos y viajes agradeciendo a sus súbditos la cálida, memorable y afectuosa celebración con que conmemoraron sus 50 años de reinado.
[Isabel II], acompañada por su esposo, el príncipe Felipe, y por su hijo, el príncipe de Gales -ambos vestidos con falda (Kilts) escocesa- aseguró que estaba "profundamente emocionada" por la respuesta del público y que había sido un verano "de gran felicidad y alegría y una celebración de todo lo que nos une como nación".
El último compromiso
Durante esta emotiva jornada, su último compromiso, que pasará a la historia como la gira del 50º aniversario de su subida al trono, la Reina ha podido rememorar con orgullo y emoción los últimos tres meses. El zumbido del Concorde sobre sus cabezas y los Red Arrows (Flechas Rojas) dibujando los colores nacionales en el cielo: rojo, blanco, y azul sobre el Mall de Londres, a la vez que miles de ciudadanos agitaban banderas durante el glorioso fin de semana del Jubileo. Y habrá recordado a esos millones de británicos que la han esperado durante horas en todos los rincones de Gran Bretaña para rendirle honores durante su gira de doce semanas... Y el inolvidable momento en el que ella y el Príncipe Felipe salieron, por petición popular, tres veces al balcón del Palacio de Buckingham mientras millones de voces se unían para cantar "Nunca Caminarás sola" (You'll Never Walk Alone ).