Camila Parker-Bowles sigue la estela de la Reina Madre

Por hola.com

Carlos de Inglaterra ha dado un paso más en su imparable carrera hacia al altar. El Príncipe de Gales rompió la tradición el pasado miércoles al invitar a Camila a visitar con él la Exposición de flores de Sandringham, una muestra floral que, ha sido estrechamente vinculada a la Reina la Madre, su patrona, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta su muerte, el pasado mes de marzo.

Carlos y Camila llegaron y se marcharon juntos. Gesto que mostraba con vehemencia lo que uno siente por el otro. Sin embargo, durante su visita, que se prolongó hasta dos horas, la discreción tomó el mando y permanecieron siempre a una distancia respetable. Durante ese tiempo, saludaron y conversaron con otros visitantes, que les recibieron amablemente entre sonrisas y aplausos.

División de opiniones
No obstante, otro sector, el más tradicional de los allí presentes, cuestionaron la conveniencia de la asistencia de Camila. "No hace mucho tiempo que, desgraciadamente, se ha ido su abuela, la Reina Madre; éste era su acontecimiento y no pensamos que Camila debiera estar aquí "comentó, al respecto, Dee Peart, de 55 años.

Los más tolerantes, sin olvidar el brillante papel que ha desempeñado cada año la Reina Madre a lo largo de la historia de esta exposición, coincidieron, en cambio, en que la presencia de Camila estaba justificada: "No es lo mismo sin la Reina Madre, pero no veo por qué Camila no debiera asistir"

Integrada en la Familia Real
Si es propio de los Reyes no llevar nunca dinero a mano, podría decirse que Camila está plenamente integrada en la [Familia Real inglesa], pues ha adoptado rápidamente este singular rasgo real.

Y es que, en el transcurso de la Exposición de Flores de Sandringham, Camila quiso comprar un paquete de caramelos toffes y al ir a pagar el euro y medio, unas 270 pesetas, que costaba, se dio cuenta de que no llevaba dinero, por lo que ante tan incómoda situación, se vio obligada a recurrir a un compañero para que le prestara el dinero.

Por si quedaba alguna duda de su alto grado de compenetración, y de que éste es, en realidad, el camino que conduce a la realeza, [Carlos de Inglaterra] se vio obligado también a pedir prestado el importe de un billete de lotería que quería comprar. Ya se sabe, Dios los cría y...