"El príncipe Guillermo debería tener la libertad de casarse con la mujer que quiera, independientemente de su religión, para reflejar así la verdadera cara de la actual sociedad británica. Si el príncipe (Guillermo, segundo en la línea de sucesión a la corona británica) desea casarse con una católica, una judía, una budista, una hindú, una musulmana o una atea, debería ser libre de poder hacerlo", puntualizó el portavoz -su partido siempre se ha opuesto a cambiar la ley que regula los matrimonios reales- del Tesoro del Partido Conservador, John Bercow, desde las páginas de Varsity, la revista de estudiantes de la Universidad de Cambridge.
Estamos en una sociedad multicultural y multirracial en la que conviven múltiples religiones y la persistencia de una norma que impida al monarca casarse con un católico es algo anticuado, indefendible e insostenible", dijo a título personal Bercow. Por lo tanto, añadió: " la actual norma de sucesión a la corona, que data del siglo XVIII y que exige que el cónyuge del futuro rey o reina sea de religión anglicana, debería ser eliminada".
Según la llamada Ley de Asentamiento de 1701, que aún está en vigencia, el heredero de la corona y su cónyuge deben estar en comunión con la Iglesia de Inglaterra. Y esta es una situación ofensiva para los católicos.
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