Sarah Ferguson abandona la residencia en la que convivía con el Príncipe Andrés

Por hola.com

Tras varios años de buena convivencia y felices momentos compartidos, el príncipe Andrés y su ex esposa, Sarah Ferguson, han decidido definitivamente -aunque siempre de forma amistosa- ‘vivir más independientes’. Por ello, la duquesa de York abandonará finalmente la magnífica casa de 12 habitaciones en la que residía junto al Príncipe, en las afueras de Londres, para trasladarse en las próximas semanas a otra más humilde, por ocho mil euros al mes, con sus dos hijas las princesas, Beatriz y Eugenia.

Contrariamente a lo que muchos pudieran imaginar, según señalan algunos rotativos ingleses, no parece que su [buena amistad con Rupert Beckwith-Smith] ni el deseo de verse con mayor frecuencia haya motivado su traslado a Windlesham pues, al parecer, su relación hace aguas -fuentes cercanas a la pareja mantienen que ya no salen juntos y que no se han visto desde finales del año pasado.

Pero también, con esta decisión, Sarah Ferguson pone fin a los rumores que llevaban anunciando durante tantos años una inminente reconciliación entre los duques de York y hasta una posible segunda boda entre ellos. Y es que el hecho de que el príncipe Andrés y Sarah, separados desde 1992, hayan mantenido siempre una excelente relación ha suscitado numerosos comentarios en torno a que éstos pudieran darse una segunda oportunidad.

"Sarah ha decidido emprender una nueva existencia sola. Su calidad de vida se verá considerablemente mermada. De hecho, el personal que trabajará para ella a partir de ahora se reducirá a una nanny, para cuidar a las niñas, y al servicio de la casa de tan sólo cuatro habitaciones -cocinero, limpieza, mayordomo...-", declaró un amigo de la pareja. " El príncipe Andrés y Sarah Ferguson quieren vivir vidas más independientes -continúa- y ésta ha sido su determinación."

La agenda de trabajo, cada vez más apretada, de Sarah Ferguson ha contribuido también a que ésta se atreviera a abandonar definitivamente la residencia del Príncipe Andrés. Sarah, que actualmente promociona una conocida marca inglesa de porcelana, gana más de 3 millones de euros anuales.