La Familia Real inglesa da su último adiós a la princesa Margarita

Por hola.com

Cincuenta años después de las honras fúnebres de su padre, el rey Jorge VI, los restos mortales de la Princesa Margarita descansan en la Capilla de San Jorge, en el Castillo Windsor. Como era deseo expreso de la Princesa, la ceremonia ha sido de carácter privado y solamente 400 familiares y amigos íntimos han asistido, finalmente, a su funeral.

Cientos de personas se agolparon en las calles aledañas a Windsor así como las numerosas limusinas y microbuses de los asistentes, que comenzaron a llegar a la capilla alrededor de las dos de la tarde, para dar su último adiós a la Princesa.

Vestidos de luto, la reina Isabel II, Felipe de Edimburgo, el Príncipe Carlos, los Príncipes Harry y Guillermo, y los hijos de la princesa Margarita, lord Linley y lady Sarah Chatto, llegaron al funeral en coches oscuros, mientras que otros miembros de la [Familia Real inglesa], entre los que se encontraba la princesa Ana, lo hicieron a pie. El príncipe Eduardo y su esposa, Sophie Rhys Jones -Condesa de Wessex-; Peter Philips, hijo mayor de la princesa Ana, y Tim Laurence, su segundo marido, también estaban presentes.

La Reina Madre pudo despedirse de su hija
Como había prometido y haciendo caso omiso de las contraindicaciones médicas y familiares, la Reina Madre también asistió al entierro. Triste y enfermiza, la reina Elizabeth llegó en coche y entró a la capilla por una puerta de acceso privado. Desde Sandringham, la Reina Madre viajó en helicóptero ayer jueves, el mismo día en que el ataúd con los restos mortales de la princesa Margarita se trasladaba de la capilla de la Reina, en el Palacio de St James, a la Capilla de San Jorge en Windsor.

Condolencias de los Reyes de España
Los Reyes de España quisieron apoyar, en estos difíciles momentos, a los familiares de la Princesa, a los que dieron su más sincero pésamen y enviaron una corona de flores.

Antes de morir, la [princesa Margarita] [había planificado meticulosamente su propio funeral] y había elaborado un documento con las instrucciones que debían cumplirse, llegado el caso. Un testimonio que ha permanecido, celosamente guardado, en Palacio hasta hoy. Decidió, entonces, qué himnos debían entonarse y la lista de asistentes que debía congregarse en el oficio religioso.

Rompiendo con la tradición, la princesa Margarita ha sido cremada, sin la presencia de ninguno de sus familiares -junto a otras seis personas más-, en una sobria y sencilla ceremonia que tendrá lugar el próximo viernes en Slough. Sus cenizas reposarán al lado del ataúd de su padre, en el panteón real de la Capilla de San Jorge.