Doble bautizo en la Familia Real holandesa

En la iglesia de Maria ter Zee en Noordwijk fueron bautizadas la hija del príncipe Jaime de Borbón y Parma y la de la princesa Carolina Borbón Parma en presencia de diversos miembros de la Casa Real holandesa, entre los que se encontraban los Reyes

Por hola.com

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La Familia Real holandesa asistió el pasado sábado por la tarde no a uno sino a dos bautizos en una misma ceremonia. La hija del príncipe Jaime de Borbón y Parma y la hija de la princesa Carolina de Borbón y Parma recibieron las aguas bautismales en la iglesia de Maria ter Zee en Noordwijk en presencia de diversos miembros de la Casa Real, entre los que se encontraban los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda.

Zita Clara de Borbón y Parm nació el 21 de febrero de este año, siendo hija del príncipe Jaime y su esposa, la princesa Viktória, que este mismo domingo celebran su primer aniversario de casados. En principio los padres pensaron en bautizar a su pequeña, que lleva el nombre de la última emperatriz de Austria, en Italia, pero finalmente decidieron que recibiera el sacramento en tierras holandesas. El Príncipe comenzará a finales de este mes a trabajar como embajador de los Países Bajos en la Santa Sede.

Los padrinos de Zita de Borbón y Parma fueron el rey Guillermo Alejandro, la princesa Margarita, la princesa María Teresa de Borbón y Parma, hermana del padre del príncipe Jaime, Dorothea ter Riet-Bartos y el tenista Jacco Eltingh.

Alaïa-María Irene Cécile Brenninkmeijer es la hija de la princesa Carolina de Borbón y Parma y Albert Brenninkmeijer. La pequeña, sexta nieta de la princesa Irene, tía del Rey de Holanda, nació el 20 de mayo en la ciudad suiza de Zurich. La princesa Carolina contrajo matrimonio con Albert Brenninkmeijer, miembro de la familia propietaria de la cadena de moda C&A, en el verano de 2012 en Florencia. Los padrinos de Alaïa-María fueron la princesa Margarita, el príncipe Constantino, Philippe Brenninkmeijer y Silvia Brenninkmeijer-Arboli.

El doble bautizo, que se celebró en la más estricta intimidad y fue oficiada por el sacerdote Gregory Brenninkmeijer, asistido por Theo Blokland, se convirtió en una excelente manera de ahorrar en tiempos de crisis y de aligerar a su vez la apretada agenda social de los nuevos Reyes.


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