Los Reyes de Holanda presiden el solemne 'Día del Príncipe'

Por hola.com

Como cada tercer martes de septiembre, los Países Bajos celebran hoy el llamado Día del Príncipe o Prinsjesdag, con el que se da inicio al curso parlamentario en los Estados Generales (las cámaras alta y baja holandesas). Un día histórico que se remonta a 1887 y cuya denominación hace referencia al cumpleaños del príncipe estatúder Guillermo V (1748-1806). Como es tradición, a la una de la tarde el Rey y la Reina se dirigen en la Carroza de Oro (Gouden Koets en neerlandés) al Binnenhof de La Haya donde, en la Sala de la Caballería, el Soberano lee el Discurso del Trono, en el que el Soberano repasa los planes del Gobierno para el ejercicio entrante. Además de la totalidad de los parlamentarios, la lectura del discurso la presencian el Gabinete de ministros al completo, los Secretarios de Estado, representantes del Cuerpo Diplomático, diversas altas autoridades como los Consejeros de Estado, el Defensor del Pueblo, los miembros del Consejo de la Nobleza holandesa y representantes de la sociedad holandesa.


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A la una de la tarde en punto, el rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos, acompañado de la reina Máxima, ha abandonado el Palacio Noordeinde de La Haya, rumbo al edificio del Binnenhof, sede del parlamento holandés. La Carroza de Oro fue un regalo de la ciudad de Ámsterdam a la reina Guillermina en el día de su investidura como soberana en septiembre de 1898. El carruaje, de grandes dimensiones y escoltado por cuatro lacayos a cada lado, ha sido tirado por ocho caballos frisones de las Caballerizas Reales.


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Los Reyes han sido acompañados a modo de séquito por los príncipes Constantino y Laurentien, que se han desplazado en una berlina de gala que data de 1836. El resto de la comitiva estuvo compuesta por diversas autoridades militares y de las fuerzas de seguridad del estado, así como por una serie de pelotones de los diferentes cuerpos de las Fuerzas Armadas holandesas.


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El trayecto de la Carroza ha discurrido por las principales calles de la capital administrativa holandesa, desde Heulstraat, Kneuterdijk, Lange Voorhout, Toernooiveld, Korte Vijverberg hasta el Binnenhof. Más de 10.000 personas han saludado a los Reyes a lo largo del paseo de la Carroza. El carruaje se ha detenido finalmente delante de las puertas de la Sala de la Caballería, lugar en el que el Rey ha leído el Discurso del Trono, tras unas palabras introductorias de la Presidenta de la Cámara Alta, Ankie Broekers-Knol.


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La reina Máxima ha lucido un vestido de seda roja con un sombrero del mismo tejido. Además portaba la insignia y banda de la Gran Cruz de la Orden del León Neerlandés. El rey Guillermo Alejandro, como manda la etiqueta, ha vestido de chaqué. La princesa Beatriz no ha estado presente ni en el trayecto ni en la Sala de Caballería, sino que ha presenciado la jornada desde el Gabinete del Rey, la oficina de su hijo, en compañía de su dama de compañía mayor Martine van Loon-Labouchère.


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El discurso de este año ha estado marcado por la tragedia del vuelo MH17 de Malaysian Airlines en el que fallecieron 196 holandeses tras ser derribado en la frontera de Ucrania y Rusia. "En el verano de 2014 hemos sido conscientes que la libertad y la seguridad son vulnerables. Este Día del Príncipe es un día de luto y de tristeza. La catástrofe acontecida el 17 de julio continúa consternándonos a todos profundamente", han sido las primeras palabras del soberano que ha subrayado a lo largo de su parlamento la gran inestabilidad socio-política en el mundo. El Rey ha recordado que la violencia de otras partes del mundo "no puede traspasarse a nuestras calles". En el plano económico el soberano ha sido más positivo. "Hay razones para ser optimistas. En el próximo ejercicio no será necesario hacer más ajustes presupuestarios, si bien nuestra recuperación depende del desarrollo de la crisis en el resto del mundo", según el Rey, que ha hecho hincapié en la necesidad de reducir las cifras de paro en Holanda.


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Tras la lectura del discurso, alrededor de las dos de la tarde, la comitiva real ha regresado al Palacio Noordeinde por la misma ruta. Tras unos minutos la Familia Real al completo ha hecho acto de aparición en el balcón, con el objeto de saludar a la multitud congregada a las puertas del palacio. Desde el momento en que el rey Guillermo Alejandro ha abandonado Palacio hasta que ha regresado, se han disparado cada minuto salvas en su honor.