El príncipe Friso falleció el pasado 12 de agosto tras permanecer en coma 18 meses después de quedar enterrado por un alud mientras esquiaba en la estación de Lech, en los Alpes austriacos. Sin embargo, su imagen sigue estando muy presente en el recuerdo de sus seres más queridos. Por ello, este fin de semana la Familia Real holandesa ha celebrado una emotiva y multitudinaria reunión en la Oude Kerk (Iglesia Vieja) de la pequeña ciudad de Delft, un lugar muy especial para el fallecido príncipe ya que fue allí donde el hermano del rey Guillermo Alejandro cursó sus estudios universitarios de Ingeniería aeroespacial y donde contrajo matrimonio con la princesa Mabel en 2004.
"Cuando estés triste, mira de nuevo en tu corazón y verás que, en verdad, estás llorando por aquello que te ha hecho feliz", fue la frase del poeta y novelista libanés Khalil Gibran que incluía el programa de la ceremonia. Como era de esperar, no faltaron ni los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda, ni la princesa Beatriz, ni la princesa Mabel y sus hijas, Luana y Zaria, que llevaba el brazo izquierdo en cabestrillo, ni el príncipe Constantino y su mujer, la princesa Laurentien.
Tal y como informa la página oficial de la Casa Real holandesa, la familia estuvo arropada por aproximadamente 900 invitados entre los que se encontraban el príncipe Haakon de Noruega, que acudió acompañado de su hermana, la princesa Marta Luisa, además de numerosas personalidades como Bono, cantante de U2, y su mujer, Ali Hewson, el primer ministro holandés Mark Rutte, el ex Secretario General de las Naciones Unidas Kofi Annan o el arzobispo Desmond Tutu.
Rompiendo con la tradición, los miembros de la Casa Real son enterrados en la cripta de Delft, el príncipe Friso recibió sepultura en el pequeño cementerio de la iglesia Stulperk, anexa al castillo de Drakensteyn, el palacio donde se trasladará a vivir próximamente la princesa Beatriz y también donde Friso y sus dos hermanos pasaron su infancia. El funeral por su alma se celebró en la más estricta intimidad en este pequeño templo construido en 1659, y el oficio religioso fue presidido por el pastor Carel ter Linden, que también fue el que celebró su enlace con la princesa Mabel.
