Guillermo y Máxima de Holanda compran una casa en el sur de Grecia por 4,5 millones de euros

Tras desprenderse de su residencia de Mozambique por las críticas desatadas, la pareja ha adquirido una lujosa mansión en la localidad griega de Kranidi

Por hola.com

Los príncipes Guillermo y Máxima han adquirido una mansión en Kranidi, al sur de Grecia, según informan los periódicos holandeses De Telegraaf y De Volkskrant. La villa está situada en Doroufi, al oeste de la localidad, una zona privilegiada de Peloponeso donde tienen casas de verano personalidades importantes como Vladimir Putin o el actor Sean Connery, así como numerosos multimillonarios griegos. Los príncipes de Orange habrían pagado cuatro millones y medio de euros para su compra, que según fuentes de De Volkskrant, ésta se produjo a comienzos de año.

La residencia, que cuenta con tres viviendas y 4.000 metros cuadrados de terreno, una gran piscina y playa y puerto de embarque privados, pertenecía a un conocido fotógrafo alemán, Manfred Rieker, que fue además quien la diseñó. En declaraciones al diario ya citado, el fotógrafo afirmó que no estaba autorizado para decir nada sobre el asunto, aunque no negó que se hubiera producido la venta. El Servicio de Información del Estado, por su parte, no realizará ningún comunicado oficial al respecto, pues esta adquisición "es un asunto estrictamente privado" de los Príncipes, si bien el portavoz de la Casa Real añadió que "el Primer Ministro está totalmente informado sobre la compra".

Guillermo y Máxima de Holanda son unos apasionados de la zona, que conocen desde la boda del príncipe Nicolás de Grecia con Tatiana Blatnik, celebrada en agosto de 2010 y a la que fueron invitados. El príncipe Guillermo al parecer viajó el pasado verano hasta la localidad para interesarse por varias agencias inmobiliarias, pero en cualquier caso la compra no se produciría hasta que se desprendieran de la residencia de Mozambique. Esta casa, que finalmente se vendió el pasado mes de enero, suscitó numerosas críticas y comentarios por parte del sector político y de la ciudadanía debido a que se trataba de un proyecto inmobiliario en plena crisis económica en el que estaban implicados multimillonarios de todo el mundo.