La Familia Real holandesa se reúne en el bautizo de la hija pequeña de Margarita de Borbón y Parma y Tjalling Ten Cate

Por hola.com

La Familia Real holandesa se ha dado cita este fin de semana en la ciudad de Wassenaar para el bautizo de la segunda hija de Margarita de Borbón y Parma y Tjalling Ten Cate, que nació el pasado 25 de febrero y que se llama Paola Cecilia. La princesa Margarita llegó junto a su marido, que llevaba a la pequeña en una silla de bebé y después entró con la mayor de sus hijas, Julia Carolina Catharina, y su madre, la princesa Irene, hermana de la reina Beatriz de Holanda.

 

VER GALERÍA



Tampoco faltaron a la cita, además de la soberana de Holanda, los príncipes de Orange con sus tres hijas, Amalia, Alexia y Ariana; los príncipes Laurentien y Constantino con sus hijos, Eloísa Sofía y Claus Casimir; y los príncipes Maurits y Marilene con sus hijos Anna, Lucas y Felicia; la princesa Carolina; y los príncipes Carlos y Annemarie, entre otros.

 

VER GALERÍA



Esta semana se han vuelto a reunir, pero en esta ocasión para asistir al Día del Príncipe, jornada que en la que tiene lugar la reapertura del parlamento, que como siempre se celebra el tercer martes del mes de septiembre desde 1887, en La Haya, donde además, el Ministro de Economía presente formalmente los presupuestos generales del estado para el curso próximo.

 

VER GALERÍA

 

El momento más esperado de este acto fue cuando la Reina leyó el discurso en la Sala de Armas a los representantes de la Cámaras Alta y Baja del Parlamento holandés. Beatriz de Holanda, junto a los príncipes Máxima y Guillermo llegaron en la famosa Carroza de Oro, que fue un regalo de la ciudad de Ámsterdam a la reina Guillermina, abuela de la actual reina, a la plaza Binnenhof de la capital holandesa y fueron recibidos por la multitud entre ovaciones y aplausos. Tras ellos llegaron en otras carrozas el príncipe Constantino y su esposa, la princesa Laurentien, y la hermana de la reina la princesa Margarita, acompañada de su marido Pieter van Vollenhoven. Tras la lectura del discurso la reina y el resto de miembros de la Casa Real regresaron al Palacio Noordeinde, no sin antes haber sido despedidos con una serie de salvas del batallón de artillería. Ya en el palacio, la Familia Real salieron a saludar desde el balcón a los ciudadanos allí congregados.