Los abanicos, la debilidad de la princesa Máxima de Holanda

dos exposiciones dedicadas a los tesoros que la Casa Real holandesa guarda en sus palacios

Por hola.com

La princesa Máxima de Holanda fue la encargada ayer en el Palacio Het Loo de inaugurar dos exposiciones dedicadas a los tesoros que la Casa Real holandesa guarda en sus palacios: 'Oranges en miniatura' es un repaso de retratos en miniatura de los miembros de la familia Orange de los últimos cuatro siglos mientras que 'Belleza desplegada' está dedicada a la colección de abanicos de la Familia Real. La Princesa se mostró entusiasmada con las exposiciones y no disimuló su alegría al recibir un abanico de regalo en el que aparecen los rostros de sus tres hijas.

La colección de miniaturas recoge importantes piezas como un retrato del príncipe Mauricio, datado en 1619. Las piezas más recientes son representaciones de la reina Beatriz y sus hermanas. Una parte de la colección ha sido prestada por el Rijksmuseum de Ámsterdam aunque la mayoría proviene de la colección familiar de los Orange-Nassau.

Los abanicos, por su parte, formaron parte importante de los complementos de la Familia Real holandesa hasta bien entrado el siglo XX. Las reinas y princesas de la Casa Orange lucían lujosos abanicos durante las ceremonias de gala, los banquetes de estado u otros eventos de relevancia. El Palacio Het Loo de Appeldoorn expone estos días 75 abanicos de la Casa Orange-Nassau, una valiosa colección que hasta el momento sólo había sido exhibida en una ocasión, en Inglaterra.

La mayoría de los abanicos están ricamente decorados con representaciones de la Biblia, paisajes o escenas típicas holandesas. También las monturas son de gran calidad, en la mayor parte de fino marfil, concha o carey con detalles de oro, plata y piedras preciosas. La verdadera "joya de la Corona" de la exposición es un abanico encargado por el rey Guillermo III en 1888 en París para la reina Emma. Está decorado con brillantes y rubíes. La colección también cuenta con llamativas piezas que pertenecieron a la reina Guillermina o a la reina Juliana.