Los Príncipes Herederos de Holanda, Guillermo y Máxima, fueron ayer invitados a la Casa Blanca. Viajaron desde Nueva York -donde están desarrollando una visita oficial con motivo del 400 aniversario del descubrimiento de la Isla de Manhattan- a Washington para atender la invitación realizada por la Primera Dama estadounidense, Michelle Obama. Al tratarse de un encuentro informal, la invitación no fue formulada por el Presidente sino por su esposa. Sin embargo, al poco de comenzar la reunión y después de que se produjera un intercambio de regalos, Obama hizo acto de presencia para saludar a los Príncipes holandeses con los que compartió el té.
La conversación discurrió "en un ambiente especialmente cordial", según un portavoz del Servicio de Información del Estado. Los Príncipes y el mandatario americano resaltaron las excelentes relaciones que existen entre los dos países. Barack Obama se interesó, igualmente, por los actos festivos que se celebran esta semana en Nueva York y por el trabajo que los Herederos desempeñan.
El encuentro, que duró algo más de media hora, tuvio carácter privado. Guillermo y Máxima de Holanda no están llevando a cabo un viaje de estado por Estados Unidos sino que se encuentran en el país americano para asistir a las celebraciones del descubrimiento de Nueva York por Henry Hudson. Por ello los Príncipes no fueron acompañanados en su visita a la Casa Blanca por el Ministro de Asuntos Exteriores holandés, Maxime Verhagen.
Por la mañana los Herederos asistieron a la ceremonia de recuerdo a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Guardaron dos minutos de silencio -a las 8:46 y a las 9:03, momentos precisos en los que los aviones chocaron contra las Torres Gemelas- en la Zona Cero. Con su presencia, los príncipes Guillermo y Máxima quisieron subrayar "la solidaridad de Holanda con todas las víctimas y sus familias, así como con la ciudad de Nueva York y los Estados Unidos".
