Máxima de Holanda, siempre tan coqueta

La Princesa de Orange optó por un look muy vistoso para un acto que no quería que pasara inadvertido: la revolución femenina en la empresa

Por hola.com

La cumbre de los puestos de responsabilidad deja de ser poco a poco exclusiva de los hombres. Cada vez son más las mujeres que escalan por su talento a la cima directiva, aunque aún queda un largo camino que recorrer para llegar a la paridad y a la igualdad de condiciones laborales entre hombres y mujeres. No sólo en el ámbito de la empresa privada o de la administración se ha impulsado una revolución femenina, también en muchas monarquías se está reconsiderando la prioridad del varón en la línea de sucesión. Una de las que han sido pioneras en contemplar la igualdad de derechos para ambos sexos a la hora de gobernar ha sido desde siempre Holanda. Así, después de un siglo de reinado en femenino con las reinas Guillermina, Emma, Juliana y Beatriz (soberana vigente), y con la interrupción del futuro gobierno del príncipe Guillermo, volverá a dirigir las riendas del país una mujer, la princesa Amalia.

Como no podía ser de otra manera, las propias damas de la [Familia Real holandesa], que no olvidan su suerte, apoyan siempre que tienen ocasión el reconocimiento del talento femenino. Y, por eso, la [princesa Máxima], defensora acérrima de los derechos de la mujer, no quiso faltar a su cita en la terminal de pasajeros del aeropuerto de Ámsterdam para asistir a la reunión El talento a la cumbre en el que se debatió sobre el papel de la mujer en los puestos directivos de las empresas holandesas. La Princesa de Orange, tan coqueta como siempre, optó por un look ultra femenino, juvenil y atrevido para un acto que le importaba especialmente que no pasara desapercibido. Una chaqueta de antelina, con volantes en las mangas, los bolsillos y en la pechera, a juego con una falda globo con pliegues en el vuelo de color rojo carmesí era el conjunto elegido para este encuentro, al que asistieron importantes mujeres de la empresa y administración holandesas como la antigua Ministra de Vivienda, Sybilla Dekker, y que se cerró con la firma de un convenio por el que las empresas se comprometen a estimular el talento de las mujeres y potenciar su papel en los consejos directivos.