Máxima de Holanda corona sus visitas oficiales en Asia con un amplio repertorio de sombreros

Durante su visita de Estado a la India y, ahora, a Bután, la Princesa de Orange ha hecho gala de su elegancia y estilo dando prioridad a los tocados

Por hola.com

La princesa Máxima ha causado sensación en la India y, ahora, también en el reino de Bután ante el derroche de simpatía y elegancia desplegado con motivo de sendas visitas de Estado. La Princesa de Orange no hizo las maletas al azar; quiso dar su mejor imagen luciendo en todo momento un estilo cuidado, aderezado con un toque desenfadado reflejo de su carácter juvenil y espontáneo. Se decantó preferentemente por los dos piezas de corte femenino -chaquetas cortas entalladas en la cintura con faldas de vuelo evasèe por encima de la rodilla-, combinados perfectamente con zapatos, sombreros y bolsos, aunque también lució vestidos y algún pantalón.

Un rico repertorio de sombreros ha coronado sus conjuntos y apariciones. Ha sido la prenda reina de su vestuario en India y Bután. Una vez más, la futura Reina de Holanda ha recurrido a las creaciones del sombrerero Fabienne Delvigne. El diseñador, que ha puesto su creatividad e ingenio al servicio de la Princesa de Orange en numerosas ocasiones, se atreve con todo tipo de líneas como se ha visto en los modelos de la Princesa. Un amplio abanico de tocados desde vistosas pamelas, pasando por coloridos sombreros y diademas de tela rematadas con lazo, a gorras de corte femenino, que son esta temporada el último grito. Diseños elaborados todos con las materias primas más nobles como la fina paja italiana, cashemere y muselinas.

Las joyas también fueron protagonistas. Para la noche, la [princesa Máxima] se puso sus mejores galas y algunas fabulosas piezas de la corona holandesa. Lució un sofisticado conjunto de corsé y falda de seda, en la cena de gala que la Presidenta Patil obsequió a sus invitados reales en su residencia. Las sonrisas y pamelas de la Princesa seguirán deleitando en Asia hasta el próximo mártes, cuando concluye la visita de Estado de los Príncipes de Orange en Bután, el primer viaje real con carácter oficial de la historia del país, que se encuadra en una corriente aperturista.