Las primeras imágenes de la princesa Máxima luciendo embarazo

Por hola.com

El príncipe Guillermo Alejandro y la princesa Máxima se encuentran estos días de visita oficial por Australia y Nueva Zelanda. El embarazo de la Princesa y las típicas molestias de su estado de buena esperanza no le han impedido, como podía preverse, acompañar a su esposo en este viaje, de 13 días, en el que ya han hecho parada en Camberra, Sydney y Tasmania, y harán otras tantas a lo largo de los próximos días en diversas localidades. No obstante, sí han repercutido ambos factores en la agenda de la Princesa de Orange. Y es que Máxima, que no pudo evitar mostrar algunas evidencias de cansancio y malestar durante los primeros días, tuvo que adaptar el programa de actividades y actos previstos para el pasado jueves en Tasmania. Aunque fue al aeropuerto a despedir a su esposo, el príncipe Guillermo, la princesa Máxima decidió quedarse en tierra y no acompañarle, evitándose, así, el mal trago de una visita en helicóptero, dado su embarazo y su aversión por las turbulencias. Ha sido, hasta el momento, el único cambio. La princesa Máxima, que esperaba el regreso de príncipe Guillermo en la Residencia Gubernamental (Government House), se unió a su marido a su vuelta y juntos emprendieron el resto del viaje.

Pero las alteraciones en el programa de la Princesa no han sido el único recordatorio del feliz momento por el que atraviesan los Herederos holandeses. La [princesa Máxima], que se encuentra en su tercer mes de embarazo, ha regalado a Australia, con su presencia, las primeras imágenes en las que comienza a lucir con orgullo su ya abombado vientre. Unas instantáneas en las que ni se "esconde" ni se "insinúa" la tripita de embarazada porque la vida se abre paso y los Príncipes de Orange son dos papás a la espera felices y dichosos. Así, por primera vez, los trajes de la Princesa -una camisola blanca combinada con un pantalón rojo, un traje de cóctel de color champán tornasolado, un vestido negro con chaqueta a juego, un vestido blanco hielo de seda de raso...- se han abultado lo suficiente como para distinguir perfectamente que viene en camino un nuevo miembro a la familia. Otra señal: la Princesa tampoco pudo evitar apoyar las manos en la tripa en varias ocasiones.