Escasas horas separaron el pasado lunes los anuncios de los embarazos de las princesas Letizia de España y Máxima de Holanda y, desde entonces, sus vidas parecen discurrir en paralelo. Las coincidencias hablan por sí solas: ambas serán madres en primavera; ambas hicieron pública la buena nueva antes de lo habitual -los tres meses de gestación-, seguramente para evitar las especulaciones que despertarían los cambios en las agendas de las Princesas; ambas se sienten enormemente "felices e ilusionadas" con la futura llegada de un nuevo miembro a la familia, aunque las típicas molestias de su estado también perturben a las dos la dulce espera, y ambas mantendrán en la medida de lo posible sus agendas de trabajo habituales y sólo cancelarán su asistencia a actos puntuales.
Pero las casualidades no quedan ahí. Anoche se sumó una más a todas las enumeradas: ambas hicieron su primera aparición pública tras el anuncio de sus embarazos. [Doña Letizia], con ocasión de la [recepción que el Presidente de Portugal ofreció a los Reyes en el Palacio de El Pardo], y la [princesa Máxima], en la cena de gala con la que la reina Beatriz obsequiaba al gobernador general de Australia, Michael Jeffery, que se encuentra de visita oficial en Holanda. La gran puesta en escena de la Princesa de Orange, que lució en su reaparición un vistoso vestido de noche en tonos verdes, con estampado de flores y adornos de pedrería, y un fabuloso conjunto de pendientes, collar y tiara de brillantes y esmeraldas, acreditaba la importancia del momento. Sin embargo, la Princesa, enormemente contenta por la feliz noticia, no pudo evitar mostrar en repetidas ocasiones a lo largo de la velada algunas evidencias de cansancio y malestar fruto de su estado de buena esperanza.
La agenda de Máxima Pero la Princesa no es novata en este tipo de trastornos e incluso en algunos de mayor consideración. No en vano, en la recta final de su primer embarazo, en 2003, la Heredera sufrió algunas complicaciones que la obligaron a guardar reposo absoluto. Pese a todo, la futura Reina de Holanda reapareció en público tan sólo tres días después del parto, aprovechando las rebajas de última hora de unos conocidos centros comerciales en La Haya. De todas maneras, no hay un embarazo igual a otro. En esta ocasión, por consejo facultativo, la princesa Máxima deberá tomarse con calma la agenda oficial prevista para las próximas semanas. La prescripción médica no afectará, sin embargo, al viaje planeado a Australia y Nueva Zelanda. Los Príncipes de Orange visitarán en el tren de alta velocidad cuatro localidades de cada uno de los países, desde el 23 de octubre al 4 de noviembre, con un vuelo incluido prácticamente cada día. También se espera la asistencia de la Princesa a otros compromisos oficiales más inmediatos como a la inauguración de una exposición en la sección infantil del Museo de los Trópicos de Amsterdam. El viaje planeado para abril a India y Bhutan, en cambio, sí ha sido cancelado.
