La reina Beatriz como 'una niña' con sus nietos

Por hola.com

Si la pasada semana, antes de iniciar su última visita oficial a Bélgica y a las celebraciones de los Grandes Duques de Luxemburgo, la reina Beatriz se reunía con su hijo Constantino y su nuera Laurentien en Bruselas, la ciudad donde residen, para conocer a su tercera hija recién nacida: Leonore Marie Irene, nada más cumplir con su agenda oficial en el país vecino, la Reina emprendería nuevamente viaje a Londres para seguir con el feliz compromiso de la "ruta de los nietos".
La soberana de Holanda, que empezó a asumir el papel de abuela al enviudar del príncipe Claus -cuando éste murió sólo había nacido Eloísa Sofía, la hija Mayor de Constantino-, después de tres décadas sin niños en palacio, se ha visto obligada a hacer un rápido "master" en cuidar nietos para poder afrontar el nacimiento de seis niñas y un niño en los últimos cuatro años.

La abuela y la nieta se "matan" de la risa"
La dinastía de Orange, que se ha distinguido en el último siglo por llevar nombre de mujer -los Países Bajos han estado gobernados por cuatro reinas seguidas: Enma (como regente desde 1898); Guillermina; Juliana y Beatriz-, vuelve a encarnarse en el espíritu femenino, después del nacimiento de una generación de varones, recobrando de esta manera su posición histórica.
De hecho, el propio Príncipe Guillermo, futuro rey de Holanda, será sucedido de nuevo y en una alternancia natural por una mujer: su primogénita, la princesa Amalia.
La Reina Beatriz que no puede disimular lo que siente al tener a los hijos de sus hijos en brazos -como cualquier otra abuela del mundo- tiene más relación con las niñas de los príncipes Guillermo y Máxima: Amalia y Alexia, quienes viven en Wassenar, un pueblo cercano a la Haya; pero se muestra igual de feliz y orgullosa cuando toca mimar y fotografiarse con los Orange recién llegados al mundo.
Por ello, y después de haber conocido a Leonore - lleva el mismo nombre que la hija de los Príncipes de Asturias-, en Bruselas, la Reina se fue de fin de semana a Londres para conocer a la última de las nietas recién nacidas, la condesa Zaira, y para posar en familia con el príncipe Friso, Mabel Wisse, y la primogénita de éstos: la condesa Luana. La pequeña con la que la Reina se hizo una fotografía que, sin duda, ocupará un lugar especial en su salón privado de palacio.
Y es que, como si se hubieran puesto de acuerdo, la hija mayor de Friso -el príncipe que renunció a sus derechos para poder casarse- y su abuela se "matan" de risa en un ataque de felicidad contagiando irremediablemente alegría a todos los que las miran.