Las prácticas de Guillermo y Máxima en el palacio de la Reina

Por hola.com

El príncipe Guillermo y su esposa, la princesa Máxima, han sido este año los encargados de presidir la recepción oficial de Año Nuevo a los diplomáticos extranjeros en Holanda. La Soberana, que recibe tradicionalmente a las autoridades en estas fechas para brindar por el año que comienza, no ha podido asistir al evento por encontrarse ingresada en el Hospital Haga Rode Kruis de La Haya. Y es que la reina Beatriz, de 67 años, fue sometida el pasado fin de semana a una intervención quirúrgica en la que se le implantó una prótesis de metal en la parte superior e inferior de la rodilla.

Una operación que dejó a los cirujanos ortopédicos, L. Mol y M. Driessen, completamente satisfechos con los resultados y que no privó a la Reina, según el príncipe Guillermo, de celebrar una entrada de año muy tranquila en el hospital haciendo alarde de su típico sentido del humor y de su enorme fortaleza física. Nadie esperaba sin embargo que, en pleno proceso de rehabilitación y cuando todos contaban los días para que fuera dada de alta, su postoperatorio se complicara al desarrollar la Monarca un cuadro de pulmonía, que le fue diagnosticado en el Hospital Bronovo, centro a donde fue trasladada para iniciar una rehabilitación que ha de seguir al menos durante los próximos dos meses.

Los Príncipes herederos, anfitriones
Arropados por otros miembros de la Familia Real holandesa, el príncipe Guillermo y Máxima, muy elegante con un abrigo de cuadros beige y negro, ejercieron de perfectos anfitriones y se reunieron por la mañana con el cuerpo diplomático y las organizaciones internacionales acreditadas. Por la tarde, dieron la bienvenida a varios miembros destacados de todos los sectores de la sociedad holandesa. Unos eventos previstos en la agenda de la Reina de los que se han hecho cargo los Príncipes herederos, una práctica que les prepara para el trabajo como Monarcas que ejercerán algún día. El príncipe Guillermo y su esposa, además de afrontar la ausencia de la Reina han sufrido también el tener que cambiar el tradicional escenario donde tiene lugar la celebración. El palacio Real de la Plaza del Dam en Ámsterdam estará sometido a obras de rehabilitación hasta el año 2008, por lo que la recepción tuvo que celebrarse en la Gran Sala de Baile y estancias anexas del Palacio Noordeinde, el lugar de trabajo de la Soberana.